Picardías

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¡Maldito Zabini! Bueno sería que le diera un buen daño de estómago. —pensaba la pelirroja, mientras se disponía a ir a las cocinas.

—¡Maldito Malfoy! —gritó Hermione, entrando a su habitación dando un portazo que hizo sobresaltar a su amiga.

—¿Qué sucedió, Herms?

—¡Por culpa de ese estúpido hurón de alcantarilla, Snape nos castigó!

—Pero, ¿por qué?

—Me ha insultado y le he lanzado un calvario, y jus...

—¡¿Hermione Granger le has lanzado un calvario a Draco Malfoy?! —interrumpió con extrema sorpresa.

¿Por qué demonios no estuve ahí?

—Sí y Snape lo ha visto, por eso nos ha castigado. Pero es injusto, la culpa la tiene ese hurón oxigenado.

—Vale, Herms, pero le has dado su merecido.

—Sí, bueno. Supongo que sí.

—¡¿Supones?! ¡Debió quedar ridículamente patético! —exclamó, soltando una carcajada al imaginarse al engreído sin cabello.

—Sí, la verdad es que hasta el mismo Snape lo dijo.

—¿Por qué tenía que estar en quinto? —preguntó la pelirroja con cara de sufrimiento, haciendo que la castaña riera.

—¿Tienes cita con Dean?

—¿Por qué lo preguntas?

—Porque estás arreglada y...

—¡¿Arreglada?! —bufó —. Es lo menos que quiero hacer, no dejaré que Zabini se divierta viéndome.

—¿Zabini? Oh, el reto. —recordó —. Sabes, aún pienso que fue una estupidez lo que hiciste, ahora lo tendrás que aguantar.

—No le iba a dar la satisfacción, y que ni crea que la tendrá, ningún trasero bonito me hará dócil.

—¿Ginny le has visto el trasero a Zabini? —preguntó incrédula, pues nunca imaginó que su amiga se fijaría en aquellos atributos.

—Pues claro, bastante voluptuoso para ser sincera. —respondió con una sonrisa maliciosa —. Malfoy también tiene uno bastante...

—¡Ginny! —regaño la castaña colorada, haciendo que la pelirroja riera.

¿Será verdad lo que dice? ¡No te dañes, Hermione!

—Deberías de fijarte un poco más en los lindos traseros de Hogwarts que en tus libros. —dijo, mientras se ponía sus zapatillas —. Ya que cumples tú castigo con Malfoy tienes que aprovechar.

—No lo haré, Ginny. No puedo ir viéndole el trasero a Malfoy.

—Te lo pierdes. Bueno, me iré a mi funeral, nos vemos al rato. —dijo, antes de dejar a la castaña en la habitación bastante pensativa.

¿Tendría un buen trasero?

~°~

—Ya era hora que llegaran. —gruñó Snape desde el escritorio —. Más les vale dejar todos los archivos en orden. Y por ese espectáculo se le restarán 50 puntos a cada uno.

—Pero...

—Más le vale no decir nada señorita Granger, si no quiere que su casa termine sin puntos. — sentenció con dureza —. No creo que valga recordar que usted fue la que dejó al señor Malfoy en tan desastrosa situación. —finalizó, haciendo que Draco sonriera con satisfacción, después de todo su padrino veía a la sangre sucia como la culpable —. Le recomiendo que no sonría tanto señor Malfoy que con usted hablaré más rato.

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