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"Ash"

Ashton
La mire dormir. Dios, era hermosa y sí, tal vez yo había sido cómplice de lo sucedido, pero la verdad era que en ese momento no sabía lo que estaba haciendo. Tomé fuerza del gran árbol en el que me encontraba y pensé, pensé en lo mucho que lo había arruinado, al principio parecía ser sólo una atracción de un chico de 19 años pero no, no era así y si hubiese sabido que esto afectaría lo nuestro, entonces lo habría evitado.

Parpadeé e intenté concentrarme.

El problema no era yo, el problema era Alex y sus inseguridades al creer que todo se puede resolver con reservarse todo, está tan mal que cree que nosotros somos los únicos cometiendo errores, pero no, ahí está ella equivocándose todo el maldito tiempo.

Abrí la ventana de su habitación.

Sí, tal vez yo hablé con ella en alguno de esos mensajes, tal vez yo me molesté cuando la vi con ese chico y tal vez yo había arruinado parte de lo que habíamos formado hasta ahora pero, ¿qué más daba?
Yo no podría haber sabido que la persona con la que compartía semejantes tonterías podría llegar a ser alguien como ella.

Entré en su habitación.

Comencé a caminar lentamente.

Su cuarto no era lo que yo pensaba. Al parecer estar detrás de una ventana no es lo mismo que estar dentro. Todo estaba lleno de... ella. Su agobiante pero también lindo aroma. Había fotografías, miles de ellas, observé la primera: una chica y ella sonreían en lo que parecía ser su graduación, después pasé a la segunda: Luke la rodeaba por las caderas y sonreían en lo pensé era una ciudad cubierta de nieve.

Vi a su madre, era tan parecida a ella pero no igual de bella. Después, un pequeño perro blanco de ojos marrones, proseguí hasta lo que parecía ser un hombre de cabello teñido, sonreía y la abrazaba, encima de ellos una equis se contraba, debajo de la foto pude leer en letras muy pequeñas pero mayúsculas: "MIKE".

Presté atención a cada uno de los cuadros distribuidos y, al llegar a la última, cerré los ojos.

"Mierda." Pensé.

"¿Qué es esto?" Me pregunté a mí mismo mientras me volvía a observar. La foto parecía haber sido sacada el día que dormimos juntos, yo extrañamente sonreía de una forma estúpida.

Debajo leí otra pequeña escritura con tinta negra:

"ESTO ES IMPORTANTE. ESTO ERES TÚ."

Suspiré, retrocedí y escuché lo que parecía ser un pequeño bostezo. Tomé un bolígrafo y escribí algo en una pequeña nota, la doble por la mitad y finalmente la escondí entre lo que parecía ser su estante repleto de libros. Tomé su manta y la subí hasta su hombro, besé su frente y salí, respiré el aire fresco y me sentí solo.

Bajé del árbol.

—¿Qué hacías ahí arriba, Ash? — Preguntó Luke.
—Arreglar las cosas, Alex me ha perdonado. Posiblemente seamos una pareja pronto. — Sonreí tratando de sonar lo más convincente posible. —Aunque obviamente eso no te interesa.
—No, no me interesa.
—Bien. —  Dije a punto de echarme a andar.
—No, en realidad... Me interesa, y no la puedes tocar, yo no dejaré que un imbécil como tú le haga daño ¿me oíste? — Elevó el tono de voz.
—Estamos hablando del imbécil "mejor amigo" que hirió sus sentimientos ¿no es así? — Me reí.
—Largo de aquí. — Me miró retador.
—No es tuya, Luke. Entiéndelo, no es tuya hoy, no es tuya mañana. — Dije molesto.

Lo vi marcharse y respiré aliviado. No pelearía, no ahora.  A pesar de que sabía que éramos "amigos", "compañeros" o como sea que se llame eso, yo no dejaría que la apartase de mí lado.