"Ashton, Ashton, Ashton."
Era todo en lo que Alex podía pensar, aún no había pasado un día completo y ella ya estaba harta de él. Al contarle a su madre lo sucedido esa misma tarde, decidió que él simplemente no podía agradarle.
Tomó una ducha después de realizar sus deberes, en ese lapso no pudo comer y se recostó en su grande cama. No quería dormir, pero tampoco quería despertar, en su cabeza no quería hacer nada, descansó y disfruto del silencio por unos instantes.El celular vibró:
"ALEX.
ALEX.
ALEX.
¿DÓNDE DIABLOS ESTABAS?" A Eleanor le encantaban las mayúsculas, pues hacían parecer todo más exagerado. Sus mensajes siempre se caracterizaban por eso.
"En tú casa, ¿dónde diablos estabas tú?, ¿quién es el loco que se hospeda ahí?, ¿por qué no me habías llamado?"
"Salí con mi madre, ¿conociste a Ashton?, ¿por qué no me dijo nada?, ¿qué te pareció?"
"...
No es mi tipo." Mintió Alex.
"¿Te dijo algo?"
"No y no importa, no quiero hablar y menos de un sujeto que no conozco, fue... vergonzoso."
"Esto tenemos que hablarlo cara a cara" Alex imaginó la sonrisa perversa de Eleanor, como si estuviese allí con ella.
"5:30, donde siempre." Cerró Alex.
A pesar del cansancio que aún sentía decidió que debía caminar, le gustaba caminar, siempre lo hacía. Nunca tenía un lugar definitivo para ir, al pasar una hora decidió parar, los pies parecían dolerle pero no le importó. Compró un agua y al tratar de salir de dicho puesto alguien cubrió la entrada.
—Hey, al parecer el mundo es pequeño—. Sonrió —¿No me preguntarás qué hago aquí?—
—¿En una tienda? Sí, claro.— Rodó los ojos.
—Vaya, buen sarcasmo— Se burló.
Alex tenía la mala costumbre de rodar los ojos cuando no soportaba la presencia de alguien que no le agradaba.
—Olvidaste tú... lo que sea, aquí está. — Le tendió una botella de jugo que ciertamente pertenecía a Alex.
—Gracias. — Ella no lo miraba pero podía sentir cómo él la examinaba.
Alex estaba molesta porque había olvidado por un momento a ese tal Ashton, su nombre, su aspecto e incluso que se quedaba con su propia mejor amiga. Aquí estaba él, otra vez, prohibiendo su paso. —Bueno, debo irme.— Alcanzó la puerta y la extendió lo más que pudo.
—¿Otra vez?, de acuerdo, no olvides que el mundo es pequeño y que podré encontrarte.— Sonrió de nuevo y caminó por el extenso lugar que Alex anteriormente había recorrido.
"Me ha seguido..." Dudó en su mente por unos instantes.
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Otro capítulo más, muchas gracias por leer, los amo. ❤️
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Virtual
FanficMientras los recuerdos vagaban por su mente, sus dedos chocaban una y otra vez con las teclas del teléfono, en donde escribía una de las cosas que desde hace tiempo había querido decirle.