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"La Fiesta"

Alex había llegado, temblaba por el frío y en silencio rezaba por tomar fuerza. No había ruido alguno que le demostrara que ellos estuvieran ahí. Su suéter no la protegía del todo, en su bolsillo cargaba una caja de cigarrillos y su nuevo teléfono.

Esperó unos minutos y finalmente tocó la puerta con inseguridad.

—¡Llegaste! — Le había dicho el moreno.
—Eh. Sí. ¿Dónde están todos? —
—Bueno... No lo sé. — Le contestó dudoso. — Con este frío... ¿Quién quisiera salir de casa, eh? — Se rió.

Algo dentro de ella le incitaba a marcharse, pero decidió no hacerlo. Entró a la casa, todo parecía aburrido y vacío, no lo había notado: Calum estaba solo.

Tomó asiento en el sofá, él parecía nervioso también. Vieron televisión, de ves en cuando Alex miraba el reloj con la esperanza de que se adelantara mágicamente y pudiera irse.

Calum apagó la televisión para remplazar los programas por música, al parecer no le agradaba el silencio.

Hablaron.

Hablaron de cosas sin sentido y de cómo se habían conocido, parecía una tontería porque Calum no era el tipo de persona que le agradaba. Ella pensó que tiempo atrás, habría jurado que jamás tocaría una palabra con él.

Bebieron.

El tiempo ya no era una preocupación para Alex, es por ello que, siendo tarde y estando ambos ebrios, Calum soltó la verdad y le confesó a la chica de cabellos rizados que no había "invitado" a nadie.

Se rieron.

A Calum le parecía divertida la forma en la que ella reía; su risa era fuerte y aseguraba que podía dejarte sordo.

Fumaron.

Alex creía que Calum no era tan atractivo con un cigarrillo entre los dientes. Pensó en Ashton y en el poco y a la vez suficiente encanto que poseía. ¿Es posible que él la extrañara? Lo dudaba, porque no la había buscado cuando Luke sí lo había hecho.
"Luke, tú mejor amigo." Pensó.

Se miraron.

Ella sabía que en mucho tiempo no se había sentido tan bien. Le sonrió a Calum agradecida. Él se había recostado en la alfombra, Alex pensó que debía hacer lo mismo.

Durmieron.

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