Capitulo 12

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No podemos estar seguros de tener algo por lo que vivir si no estamos dispuestos a morir por ello.

Ernesto Guevara


— Ahora Guillermo, dinos como desactivar esa maldita cosa... — le preguntó Alex, quien tenía en sus manos un pequeño aparato, el cual Guillermo no reconoció. Todos los presentes tenían los ojos sobre él, preparados para cualquier cosa que su "prisionero" quisiera hacer.

— ¿Cumplirán con su palabra?— preguntó con algo de inseguridad, sin embargo intentaba no mostrarse como un cobarde.

— Si si... ahora solo dinos lo que queremos saber... — comentó Ruben bastante cabreado, hacer de niñero lo molestaba bastante y más cuando se trataba de un idiota como el chico frente a él.

— Los sensores térmicos funcionan a través de una batería nuclear conectados a un sistema independiente del motor, no estoy muy seguro pero creo que pueden estar ubicados en la parte trasera del automóvil, a no ser que consigan destruir todos los autos lo mejor que pueden hacer es obtener algo que produzca más calor que el cuerpo humano, de modo que puedan ponerlo en un punto estratégico para que ustedes logren pasar desapercibidos, el sensor solo puede ubicar aquello que produzca más calor, por eso es que logran detectarlos, ustedes son lo más calorífico que hay en el lugar... — la expresión en el rostro de Guillermo era cansada y su voz tímida.

— Pero sería raro que concentrásemos todo el calor en un solo punto... — hablo Mangel completamente serio.

— Podemos conectar pequeñas cargas de energía en un perímetro a unos 100 metros más delante de nosotros, de modo que podamos estar cerca cuando ellos detecten las anomalías en el radar, si tenemos suerte pararan en la marca y activaran nuestras bombas... — comentó Alex, esperando la aprobación de sus otros dos compañeros.

— ¿Cuál es la posibilidad de que el radar tenga una magnitud tan larga? — preguntó Rubén, girando el rostro en dirección a Guillermo.

— Yo... no lo sé, ya les dije todo lo que he escuchado, mi área en la universidad no es la ingeniería militar — se excusó, comenzaba a cabrearse ¿Que acaso no les valía con lo que les había dicho? Él tampoco conocía absolutamente todo el armamento militar.

— Hum... idiota — murmuró Rubén entre dientes, ignorando el ceño fruncido y los puños apretados del contrario. — Muy bien, Alexby prepara lo necesario, tienes 10 minutos antes de que partamos, Guillermo vendrá con nosotros, porque si las cosas salen mal al menos podríamos utilizar como escudo­...— y dejando que Mangel se llevara a Guillermo Rubén se preparó para guardar las últimas piezas del exoesqueleto.

— Samuel dijo que no quería que le pasara nada... — comentó Alex por lo bajo, mirando con cierto fastidio a Rubius ¿Qué acaso todo el mundo parecía haber perdido la cabeza en los últimos días?

— Él dijo que no quería que "nosotros" lo lastimáramos, nadie dijo que no los demás no podían aunque fuera un poco... — comentó encogiéndose de hombros, como si fuera algo sin importancia.

— Te la estás jugando Rubius, Vegetta no estará para nada contento con esto... — Se giró molesto, no quería peleas, por mucho que estaba dispuesto a dispararle a su amigo.

— ¿Y tú cuando le has hecho caso? — comentó también fastidiado.

Alexby no volvió a abrir la boca.




La respiración de Guillermo era pesada, sonora y rápida; sentía el corazón latir a mil por hora mientras sus ojos se concentraban en seguir mirando al frente, sin perder un solo movimiento de la actuación de los hombres delante de él. Tenía solo segundos para moverse. Al principio había pensado que sería algo muy fácil, solo tenía que cerciorarse de que pasaran el sensor y posteriormente correr hasta el convoy para que pudieran salvarle, no le veía nada de malo porque no estaba huyendo ¿no?, después de todo eso había sido lo que el idiota de Samuel le había dicho, que lo liberarían si cumplía con el trato y él ya había cumplido con su parte, había logrado desactivar los sensores térmicos, sin embargo, ahora se encontraba estático en su lugar, mirando el inmenso boquete a mitad de la carretera, mientras el sonido de los disparos, gritos e instrucciones de defensa inundaban el lugar.

Utopía, el inicio del camino: Cuervos -Fanfic Gay- [WIGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora