VI. Wilbur

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Dennis despertó con brusquedad debido a otro mal sueño, aunque no tanto como el anterior, sin embargo, de igual manera un mal sueño. Recorrió con su vista la habitación y al ver por el cristal de la ventana notó que aún no amanecía, el cielo estaba vagamente iluminado, lo que le dio a entender que no faltaría mucho para que el sol se asomara por el horizonte. Con un pesado suspiro se giró hacia Winnie y le pasó un brazo por la cintura para acercarla, al hacerlo, sintió el suave roce de su pelaje contra su piel, ocasionándole una extraña relajación. Respiró con suavidad en el cuello de ella dejándose llevar por su aroma: una delicada fragancia a naranja, tal vez del acondicionador del hotel, supuso.

Trataba por todos los medios volver a conciliar el sueño, mientras pasaba la mano por el cabello de la lobuna, al hacerlo, notó lo largo que era, normalmente no se notaba ya que siempre lo tenía recogido.

Al darse cuenta de que no le llegaría de nuevo el sueño, decidió levantarse. Con la mayor pereza existente, se quitó la gruesa manta que los protegía a ambos del arrollador frío nocturno y se quedó sentado al borde de la cama observando un par de pantuflas, como si fueran lo más interesante del mundo. Se dio dos suaves palmadas en las mejillas para volver en sí mismo y levantarse.

Una vez de pie miró a Winnie e inconscientemente esbozó una sonrisa cariñosa, taciturno se dirigió hacia el baño y se lavó los dientes, al salir a la sala recordó que no había nada para desayunar (ya que era un hotel). Tomó el teléfono fijo que había cerca de la mesa y marcó a servicio a la habitación. Ordenó puros alimentos no preparados, ya que quería hacer el desayuno él mismo, o mejor dicho, hacerlo para ella.

Esperando a que el servicio llegara rebuscó en su bolso y sacó su celular. Tecleó y mandó un mensaje a Clarisse, lo más probable era que la morena estuviera pensando quien sabe qué locura, luego de enviarlo miró la hora y eran las 5:38 de la mañana, era ridículamente temprano. Gracias a todo lo bueno decidió meter sus audífonos antes de «retirarse» de su casa, se los colocó al celular y se dirigió hacia el ventanal de la sala, se sentó en el borde del mismo y observó el alba bajo la canción de What Lies Beneath, mientras pensaba con la mente fría lo sucedido y lo que vendrá.

Mientras más lo hacía más dudas surgían, comenzó a enumerar sus problemas: primero y principal, el compromiso de Winnie, lo que conllevaba al cómo iba a quitarle el susodicho collar; segundo, ¿cómo convencer al tío Wayne de cancelar dicho compromiso?; tercero, las posibles represalias del lobo ese; y cuarto, pero no menos importante, el sermón que le darán sus padres por lo que hizo. Se pasó frustrado ambas manos por la cabeza, al tratar de encontrar una solución para todo, empezó a pensar que todo esto fue una locura. La música cambió y empezó a sonar Until The End.

Dennis contempló el amanecer en todo su esplendor, pareciéndole algo maravilloso, ahora entendía lo que Mavis le había contado hace tiempo... «Algún día tendrás a ese alguien con el querrás ver el amanecer y valorarás ese momento.» Esbozó una sonrisa burlona al recordar esas palabras, y sin poder evitarlo, empezó a tamborilear con sus dedos la melodía de la canción. Antes de que se diera cuenta estaba cantando la letra con un tono de voz muy bajo, casi a susurros...

Why give up?
Why give in?
It's not enough?
It never is
So I will go on until the end

Con cada frase que decía más se ensanchaba su sonrisa, hasta el punto que comenzó a reírse con suavidad; sí, se reía de sí mismo. Parecía ridículo, pero con esa canción sentía que sus problemas eran insignificantes. ¿El compromiso? Eso estaba ligado al collar, ya averiguaría la manera de deshacerse de ello. ¿Wayne? Por favor, ¿qué padre no quiere la felicidad de sus hijos? Apelando a eso será relativamente fácil convencerlo. ¿Las represalias del lobo? ¡Ja! Ya una vez lo apaleó, y si ha de hacerlo otra vez, que así sea. Y por último, el sermón de sus padres, nada que no pueda soportar. ¿Por qué habría de rendirse? ¿Quién dijo que esto sería fácil? Las cosas buenas nunca lo son, solo hay que armarse de valor y seguir adelante con esta decisión.

I'm in love with a monsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora