Se lanzó en contra del hombre lobo. Estaba ciego; ciego de rabia, celos, sorpresa y muchas otras emociones más. Sus ojos empezaron a tomar una tonalidad roja, mientras sus colmillos se volvían más largos. En ese momento renegaba el no ser un vampiro puro, porque le faltaban algunas cualidades que su madre y abuelo poseían. Sus uñas no se alargaban en absoluto y su velocidad no era ni la mitad de la que debería de ser.
Pero nada de eso importaba, aún, por suerte, tenía su fuerza sobrehumana. Eso debería... no, sería suficiente. Sabía que estaba enojado, pero sentía un enorme dolor en su pecho, cosa que era nueva para él, y a su vez, le aumentaba el enojo.
—¡¿Cómo... CÓMO LE HACES ESO A MI WINNIE?! —gritó, seguido de un rugido, igual a los de su abuelo.
El lobo se quedó inmóvil al escuchar esa especie de rugido. Había perdido esa expresión matadora con la que se dirigió a Winnie. Al voltear a ver de dónde provenía el origen de ese grito, se sorprendió. No alcanzó a reaccionar cuando un fuerte golpe se estampó contra su rostro, enviándolo al suelo.
—¿Qué crees que haces? —chilló el lobo, con voz gruesa, mientras se tocaba la mejilla donde recibió el golpe.
Las palabras del lobo se las llevó el viento, Dennis estaba demasiado enfurecido como para razonar palabra con él. Solo tenía un objetivo en mente: hacerlo pagar.
«Recuerda los consejos del abuelo para controlar», pensó.
Sin quitar la vista del lobo, suspiró profundo y sus ojos comenzaron a tener una leve tonalidad verde, que se mezclaba con la roja. El lobo se quedó inmóvil, esta vez no por la sorpresa, sino porque no podía moverse a voluntad; sentía como si cada parte de su cuerpo estuviera atada con grandes y pesadas cadenas, mientras su cuerpo emitía una muy pálida aura verde.
«Levántate», pensó Dennis. Y el lobo, contra su voluntad, se levantó, quedando suspendido en el aire. El vampiro emitió una sonrisa, la cual se tornó macabra debido a sus largos colmillos y ojos verde-rojizos.
Comenzó a darle un sinfín de golpes, cada uno cargado de enojo. Con cada uno que le daba sentía como se calmaba, pero aún faltaba mucho para que terminara.
—¿Quién... —le dio un golpe al mentón—... te crees... —un golpe a la mejilla—... que eres... —uno al costado derecho—... para obligar... —uno en el estomago—... a Winnie a hacer eso? —espetó, dándole un golpe en el hocico.
Se separó del lobo y vio que trataba de mover el hocico para responder. Dudó que fuera a decir algo que lo librara de la peliaguda situación en la que se encontraba, sin embargo, algo en él le decía que lo oyera, después de todo, Dennis no era violento solo porque sí.
«Cae y libérate.»
La pálida aura verde que estaba alrededor del lobo se desvaneció, y éste cayó al suelo generando un ruido sordo. Una vez en el suelo el lobo emitía gruñidos bajos, enojado, pero sin provocar nuevamente un arranque de ira del vampiro.
El lobo lanzó una mirada furtiva a Winnie y ella solo la ignoró, estaba demasiado impresionada como para emitir palabra... y Dennis no la culpaba. Hacía diez años que no lo veía así desde lo de Bella, y ni con eso se había comportado de esta manera, no obstante, después de disculparía, ahora tenía otros asuntos.
—¿Qué quién soy? —espetó, sosteniéndose la mandíbula con sus patas—. Soy el prometido de Winnie.
Esa frase agarró al joven vampiro con la guardia baja. «¿Qué? ¿Él era qué? ¡No! Eso debe ser un malentendido; sí, solo eso», pensó incrédulo.
Se encontraba con los ojos abiertos de par en par debido a la impresión de aquella afirmación. Ahora más que nunca sentía unas enormes ganas de hacerlo picadillo, solo que no se dejaría llevar por la ira... no de nuevo.
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I'm in love with a monster
FanficDiez años han pasado desde que Dennis obtuvo sus colmillos, y de esos diez, cinco ha estado sin contacto con Winnie. Ahora, faltando cinco días para su cumpleaños número dieciséis, por fin, después de todo ese tiempo, ambos se reencuentran en el hot...