Se hizo un silencio sepulcral en el vestíbulo. Dennis tenía una sonrisa desafiante en el rostro a la vez que abrazaba a Winnie por la cintura, Wayne, quien hace poco había salido del salón donde había tenido la «charla» con Dennis, estaba a unos cinco pasos de Wanda y al ver a Alexis en el suelo se detuvo en seco; Wanda y los demás lobos tenían miradas muy distintas: un grupo de ellos veían o burlón a Alexis o con admiración al vampiro, mientras que el otro grupo, incluida Wanda, veía todo con una calma extraña, como si estuvieran esperando lo peor.
Por el lado de los lobos que custodiaban a Alexis todos estaban sorprendidos, no entendían cómo o cuándo su jefe estaba en el piso. Y por último Alexis, quien tenía una mirada homicida fija en Dennis.
El joven vampiro agudizó su visión y recorrió el hotel con la misma, necesitaba saber dónde estaban sus padres y su abuelo. Terminó encontrándolos en una de las habitaciones del hotel: Drácula les estaba contando todo lo sucedido a ellos. Se relajó un poco al ver a sus padres ocupados y, a lo mejor, al tanto de todo.
Relajó su visión y apartó la mirada de Alexis para enfocarse en Winnie, la miró a los ojos y le pasó una mano con cariño por la mejilla. Lo hacía en gran parte por dos motivos, además de ver cómo se encontraba: uno, demostrarle a Wanda y Wayne que le importaba; y dos, restregarle en la cara a Alexis su relación con Winnie.
—¿Estás bien? —preguntó—. ¿No te golpeo, cierto?
—No, zing-zing —sonrió ella—; Estoy bien.
Dennis miró de soslayo a Alexis, quien estaba con una expresión que parecía que fuera a explotar, lo que le hizo gracia, luego se relajó y adoptó una sonrisa victoriosa. Dennis supuso que debía creer que Winnie aún seguía siendo su pretendiente ya que ella tenía puesto el collar. «Pobre iluso», pensó.
Alexis se levantó y empezó a caminar hacia ellos, más en específico, hacia Winnie. Dennis se colocó en medio de ambos, generándole una sensación de deja vu al recordar que eso mismo ocurrió en su disputa en la feria.
Alexis le lanzó un gruñido a Dennis para que se apartase, mas este ni se inmutó.
—¡Apártate, mestizo! —espetó.
—¿Por qué mejor no te largas y dejas a mi zing tranquila?
—¿Tu zing? —replicó Alexis, soltando una carcajada estridente que sonó más como un aullido—. Qué gracioso. Pasa y acontece, mestizo, que la loba que está detrás de ti será mi esposa. No, mejor dicho, es mi esposa. ¿O se te olvidó lo que ella lleva en el cuello?
Dennis frunció el ceño, iracundo; por alguna razón le enojaba que Alexis usara la palabra «mestizo» de manera tan despectiva. ¿Acaso se creía mucho ese mísero lobo?
—Ya. Así que Winnie es tu prometida... Vaya, no lo sabía —contestó Dennis, con notorio sarcasmo.
Esa respuesta enojó aún más al lobo, mientras que Dennis se regocijaba para sus adentros al causarle ese enojo. Previniendo que en cualquier momento Alexis explotase, uso su control, él se quedó estático y Dennis caminó con la mayor tranquilidad del mundo, rumbo a la salida, siendo seguido por Winnie.
—Si me atacan... —Miró a los lobos— o a alguno de los Werewolf, dejaré caer a Alexis desde el puente, y supongo que treinta metros desde el borde hasta el lago no le sentarán bien a su imagen, ¿cierto?
Aunque de verdad no fuera cierto lo que decía, debía ir sobre seguro, no podía armar un jaleo dentro del hotel. Afuera, era otra historia.
Ninguno de los lobos que custodiaban a Alexis hizo movimiento alguno al ver que su líder flotaba levemente con un aura verdosa tras Dennis, solo se limitaron a seguirlo. Terminaron de llegar a las cercanías del bosque, donde si se formaba alguna disputa podía resolverla sin causar algún daño al hotel. Dennis pudo notar cómo, cruzando el puente, venían siguiéndolos con cautela todos los Werewolf, Wayne incluido. En algún momento se aparecerían sus padres por allí, por lo que tenía que hablar con el lobo y demostrarle que lo más prudente sería irse. Esa solución sería la más beneficiosa para ambos, aunque en el fondo deseara partirle hasta el alma al licántropo.
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I'm in love with a monster
FanficDiez años han pasado desde que Dennis obtuvo sus colmillos, y de esos diez, cinco ha estado sin contacto con Winnie. Ahora, faltando cinco días para su cumpleaños número dieciséis, por fin, después de todo ese tiempo, ambos se reencuentran en el hot...