Después de darle un baño de burbujas a JunMyeon, de tallar cada centímetro de su cuerpo con extrema delicadeza y de volver a besar cada rincón del mismo, terminaron por hacer el amor una vez más antes de dormirse.
Podría acostumbrase fácilmente a despertar con esa deliciosa fragancia colándose a través de sus fosas nasales, y es que el aroma a duraznos que desprendía cada poro de aquella blanquecina piel lograba acelerarle el corazón y despertaba al millón de mariposas que habían estado hibernando en su estómago desde hace años.
Y SeHun no se había equivocado, la piel de JunMyeon tenía un sabor tan dulce y una tersura tan exquisita, idéntico a un durazno. Había aprendido la noche anterior que las mejillas del mayor podían alcanzar tonalidades de rojo idénticas a aquellas manchas carmesí características de un durazno maduro. ¿Cómo podía JunMyeon asemejarse tanto a una fruta? Era una comparación ridícula, pero a la vez totalmente acertada.
Abrió los ojos despacio y sonrió ampliamente al observar aquellos desordenados cabellos negros sobre su pecho, recordó lo significativa que había sido la noche anterior y estrechó a JunMyeon con fuerza entre sus brazos, se moría de ganas por no soltarle nunca, pero desafortunadamente el reloj marcaba las 7:30 a.m. y él tenía que estar en la oficina antes de las 9:00.
Comenzó a darle pequeños besos en el cuello al mayor para despertarlo, pero JunMyeon únicamente fruncía el ceño y terminaba por soltarle manotazo tras otro, SeHun aprendió que al mayor no le gustaba que le molestaran mientras dormía, así que decidió que debía levantarse y dejarle dormir tranquilo.
Al contrario de la vez anterior no tuvo dificultades para despegarse de JunMyeon y eso le entristeció un poco, le habría gustado que el mayor se aferrar a él con fuerza para impedirle que se marchara, pero comprendía que JunMyeon probablemente estaba muy cansado, considerando sus actividades horas atrás.
Se levantó de la cama y antes de dirigirse al cuarto de baño para tomar una ducha le echó un último vistazo a JunMyeon, la cama era enorme, y JunMyeon era tan diminuto que apenas y ocupaba espacio en ella, entre más lo miraba menos comprendía como alguien podía ser tan precioso, tan diminuto, tan frágil.
Al salir de ducharse se encontró con JunMyeon en la misma posición en la cual lo había dejado, hecho un ovillo sobre la cama, y tuvo que recordarse a sí mismo que no podía lanzarse sobre él nuevamente y hacerle el amor, una porque llegaría tarde al trabajo y dos porque JunMyeon probablemente estaba cansado y adolorido.
Todavía le quedaba algo de tiempo libre antes de marcharse hacia la oficina, así que se encaminó escaleras abajo para prepararle el desayuno al mayor.
Su abuela ya estaba en la cocina acompañada de varias empleadas del servicio quienes ya se encontraban preparando el desayuno.
—Buenos días abuela. —saludó animadamente. —¿Qué tal dormiste?
—Buenos días mi niño, dormí muy bien, aunque no creo que tanto como tú. —le sonrió con picardía y SeHun sintió sus mejillas arder al instante. —¿Dónde está tu pequeño esposo?
—Mi JunMyeon está durmiendo, se levantó a mitad de la noche porque tenía un antojo, así que no ha descansado muy bien, por eso no quise despertarlo. —le explicó mientras caminaba hacia la barra para servir jugo de naranja en un vaso. —He bajado para prepararle el desayuno antes de irme a la oficina.
—Aigoo, pero si tu no cocinas mi cielo, deja que lo hagan por ti, no creo que quieras hacer enfermar a tu esposo.
—Tienes razón. —se rascó la nuca. —¿Qué han preparado hoy? No quisiera que coman algo muy pesado.
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Destinado a amarte | SeHo (M-preg)
FanfictionOh SeHun y Kim JunMyeon son polos completamente opuestos, pero una vez que sus caminos se crucen, sus vidas darán un giro inesperado. El destino siempre hace de las suyas. ✒Pareja principal: SeHo|HunHo ✒Menciones: ChanBaek || ChenMin || Broken H...