Destinado a amarte | SeHo (M-preg)

Capitulo 29: Engaño.

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Decidir con exactitud qué demonios iba a decirle a JunMyeon una vez que lo tuviese en frente, era posiblemente una de las cosas más difíciles a las que JongIn se había enfrentado en su vida.

Había una pequeña «gran» parte de él que deseaba que JunMyeon estuviese dormido todavía, así tendría más tiempo de pensar bien las cosas.

JongIn sabía perfectamente que no podía mentirle, y sabía lo maravilloso que sería para JunMyeon enterarse de que SeHun había despertado. Pero ¿qué de bueno tenía que hubiese despertado si parecía no recordarlo?

¿Cómo podría decirle a JunMyeon que SeHun había preguntado por LuHan y no por él?

No podría. Sólo de pensar en lo mucho que lastimaría a JunMyeon el escuchar aquellas palabras, a JongIn se le estrujaba el corazón.

¿Por qué las cosas estaban saliendo tan mal? Ni SeHun ni JunMyeon se merecían pasar por todo ese tormento, ya habían pasado por mucho en los últimos meses, necesitaban un maldito descanso ¿por qué el destino había decidido de pronto jugarles una mala pasada?

En su camino hacia la habitación en la que descansaba JunMyeon, ese tipo de preguntas se repiten una y otra vez dentro de la cabeza de JongIn, y es que el moreno no podría terminar de asimilar todo lo que estaba sucediendo.

Odiaba no poder hacer más por ambos, estar en medio de todo y no tener el poder de hacer las cosas más sencillas. Odiaba saber que LuHan había vuelto y que les haría la vida imposible.

Estúpido LuHan ¿cómo podía ser tan cínico? ¿cómo podía sentirse tan importante?

Era culpa de SeHun de eso no cabía ninguna duda, si nunca le hubiese dado falsas esperanzas, LuHan no habría regresado.

Estúpido SeHun. Bien podía estar postrado en una camilla en ese momento, posiblemente desmemoriado y con una enorme herida recién suturada en la cabeza, pero eso no impedía que JongIn lo maldijese en su mente.

JongIn era su mejor amigo, lo quería muchísimo, pero le había visto ya hacer demasiadas estupideces en el pasado.

JongIn le había advertido desde el inicio que tenía que arreglar la situación con LuHan antes de que las cosas se le salieran de control, y si tan solo SeHun hubiese escuchado su primera advertencia, quizá las cosas serían más sencillas.

Finalmente llegó a la habitación de JunMyeon, y al hacerlo cerró los ojos con fuerza mientras un sonoro suspiro escapaba de sus labios, y pensar que solamente había ido a Busan con la intención de acompañar a SeHun a su cita médica, nunca, bajo ninguna circunstancia se habría imaginado que las cosas terminarían así.

Ya que no había nadie custodiando la habitación donde descansaba JunMyeon, JongIn entró, tratando de hacer el menor ruido posible y sintiendo un inmenso alivio al ver que el pelinegro estaba profundamente dormido.

MinJa estaba sentada junto a él, mirándolo dormir, y JongIn al observarla con detenimiento pudo adivinar que la mujer había pasado la noche en vela.

La mujer parecía estar sumergida en un mar de aflicción, y JongIn sintió una dolorosa punzada al verla.

Se le veía ya lo suficientemente afligida, y se sintió tan impotente al no ser capaz de llevarle una buena noticia que pudiese aminorar un poco su dolor.

—Señora Oh. —susurró— ¿Podemos hablar? Afuera, de preferencia.

MinJa salió rápidamente de su trance, mirando a JongIn con confusión antes de asentir suavemente y levantarse de la silla, no sin antes darle un suave apretón en la mano a JunMyeon y susurrarle un volveré pronto cariño.