Destinado a amarte | SeHo (M-preg)

Capítulo 34: Gordito.

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—¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe?

SeHun le sonrió con sinceridad y sacudió la cabeza en negación.

—Te veo cansado, no creo que sea bueno para ti salir en este momento. Lo mejor será que te quedes a descansar.

JunMyeon hizo un puchero.

—Pero SeHun-ah, esto es algo importante. Es tu primer día de terapia... —suspiró—. En serio creo que debería estar ahí contigo. La última vez que n-no estuve contigo... —le tembló la voz y se detuvo por un segundo antes de continuar—. Las cosas no salieron bien la última vez que te dejé solo.

—JunMyeon, por favor —tomó una de sus manos y entrelazó sus dedos—. Todo va a estar bien, no va a sucederme nada. No iré solo de todos modos, la abuela ha insistido en que me escolte un guardaespaldas ¿puedes creerlo? ¡Deje de tener guardaespaldas desde que cumplí veintiuno! Me parece una completa exageración ¿qué hará ese hombre si estoy en peligro? ¿interponerse si algún loco intenta atropellarme de nuevo?

JunMyeon lo miró con dureza antes de decir: —Eso no es gracioso —deshizo el enlace de sus manos y se cruzó de brazos.

—Tienes razón, no debí bromear con eso, lo siento.

—Me parece que no estás tomando esto con seriedad. Dijiste que me darías una oportunidad, que nos darías una oportunidad.

—Y lo estoy haciendo JunMyeon, en verdad lo estoy intentando.

—¡Entonces deja de hacer bromas como esas! ¿No te das cuenta de que me lastimas? —lo miró con los ojitos llenos de lágrimas— ¿Cómo es que puedes bromear al respecto? No hay ni un solo día en el que no piense en tu accidente, me es imposible olvidarlo, especialmente cuando estamos viviendo las consecuencias. Ese accidente nos arrebató todo —suspiró—. Ese accidente me borró, nos borró de tu vida en cuestión de nada ¿cómo es que puedes bromear al respecto?

SeHun permaneció en silencio, un enorme nudo formándose en su garganta mientras observaba las rechonchas mejillas de JunMyeon humedeciéndose.

Lo último que quería era hacerlo llorar, jamás se imaginó que JunMyeon fuese a reaccionar de esa manera, era una simple broma para él, no significaba nada.

Con algo de indecisión, SeHun tomó el rostro de JunMyeon entre sus manos y le secó las lágrimas con sus pulgares.

—Lo siento —le susurró—. De verdad lo siento, no fue mi intención hacerte sentir mal... debí pensar antes de hablar.

JunMyeon hizo un puchero y le volteó la cara.

SeHun contuvo las ganas de reírse, JunMyeon era adorable.

—Estoy disculpándome contigo ¿no vas a mirarme?

El más pequeño únicamente negó con la cabeza.

SeHun se armó de valor, acercó su rostro lentamente al de JunMyeon y lo besó en los labios.

JunMyeon parpadeó sin parar, confundido, antes de cerrar los ojos lentamente y corresponderle como era debido.

Lo besó de vuelta, despacio, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Le rodeó el cuello con sus manitas regordetas, y una chispa se encendió en su pecho cuando SeHun profundizó el beso.

Se besaron por un largo rato, hasta que la falta de aire les obligó a separarse.

SeHun sintió una extraña calidez resbalando por sus mejillas, y JunMyeon lo miró con preocupación.