Capítulo 24: Necesidad.

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Contrario a como SeHun había pensado que las cosas serían después de la terrible noticia que había recibido, todo marchaba de maravilla. JunMyeon no le permitía hundirse en la tristeza, siempre estaba ahí para él, acelerándole el corazón e iluminando sus días con su preciosa sonrisa.

Habían optado finalmente por pedir una segunda opinión en otro Hospital, y era JunMyeon quien dedicaba un par de horas de su día a investigar con la intención de encontrar la mejor atención médica posible para SeHun. SeHun por su parte, se concentraba en su trabajo, pues sabía que no podía dejar de lado sus responsabilidades, y aunque le costaba mucho concentrarse en él, trataba de dar lo mejor. Además de comenzar a buscar una segunda opinión, SeHun se había hecho un par de estudios más en el Hospital que frecuentaban, pero aún estaba a la espera de los resultados.

SeHun no estaba seguro de que diferencia podría hacer el recibir una segunda opinión respecto a su enfermedad, él no tenía ninguna duda acerca del diagnóstico del Dr. Kwon, no después de aquella plática que había tenido con su abuela, pero JunMyeon estaba siendo demasiado optimista, se le veía tan esperanzado ante la idea de recibir una segunda opinión, y SeHun no tenía el corazón para pedirle que parara, no quería arrebatarle su única fuente de esperanza.

En realidad, SeHun no podía ser optimista. Los pensamientos fatalistas respecto a su futuro con JunMyeon seguían atormentándole, pero jamás dejó que éstos tomasen el control, pues sabía que no podía darse el lujo de perderse en la miseria cuando tenía los motivos más bellos para salir adelante y luchar: un esposo maravilloso y un bebé en camino.

JunMyeon era lo que lo mantenía fuerte, con los pies bien puestos sobre la tierra y con la firme convicción de que ambos podrían salir adelante a pesar de su enfermedad.

A menudo se reprochaba no poder ser tan optimista como JunMyeon, o como su abuela. Le encantaría poseer aquel espíritu de lucha y optimismo característico de su esposo, e intentaba con todas sus fuerzas ahuyentar los pensamientos negativos y enfocarse en el presente, pero era demasiado difícil, porque su supuesta enfermedad era algo que nunca podría controlar.

No quería que JunMyeon lo viese preocupado siempre, aun cuando se moría de miedo respecto a la evolución de su enfermedad, sabía que, si se mostraba así ante el mayor, sería sólo cuestión de tiempo para que éste le imitara y terminara perdiéndose entre fatídicos pensamientos respecto a su futuro.

Así que se esforzaba en mostrarse siempre positivo para JunMyeon, sonreía cada vez que tenía la oportunidad, no pasaba un día en el que no le recordase lo mucho que le amaba, así como tampoco había día en el que no cantase para el bebé. Y para fortuna de JunMyeon, SeHun no volvió a mencionar una separación.

A pesar de que JunMyeon solía pasar un par de horas al día buscando la fuente de lo que sería su segunda opinión, no se habló más respecto a la enfermedad de SeHun. No era un tema de conversación que la pareja quisiese tener todos los días, y aunque los pensamientos relacionados con ella siempre rondaban en sus cabezas, ninguno quería ahuyentar la serenidad que había comenzado a llegar poco a poco.

No estaban actuando, o fingiendo que nada estaba sucediendo, pero de nada les servía atormentarse ya que no recibirían una segunda opinión hasta que no se decidieran por un nuevo Neurólogo para hacer los estudios necesarios, y había algo que no podían descuidar; el embarazo de JunMyeon. 

No podían permitir que el peso de haber recibido aquella noticia les arrebatara la dicha de estar tan cerca de convertirse en padres.

Cuando SeHun no estaba trabajando se dedicaba a leerle cuentos al bebé, a cantarle o simplemente a hablarle acerca de lo hermosa que era mamá durazno. El charlar con el bebé se convirtió en una parte vital de sus días, y le ayudaba también a mantenerse fuerte.

Destinado a amarte | SeHo (M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora