Se dividieron en tres grupos. Lisette, Dimitri, Luca, Mackenzie y Connor tratarían de localizar a Nathaniel y mantener el contacto con los cazadores. Daniel, Lauren, Alyssa, Timothy, Ashley y Gaspard rastrearían a Allison para obtener información sobre su alianza con la Dama Gris. Cassie, Richard, Louisa y Nastya hablarían con Lady Mary, pensaron que mientras menos personas se relacionaran con ella, mejor.
La conversación de anoche había dejado agotada a Lisette. Sabía ocultar muy bien sus emociones siempre y cuando no fueran los nervios, lo cual no era el caso. Estaba exhausta de agregar más y más dudas a su lista, de no encontrar una solución instantánea. Desde que era una niña, Cassie le decía que la paciencia era la mayor virtud que el ser humano pudiese tener cuando la condición desespera. Lisette trataba todos los días de mantenerla en pie, fallaba en la mayoría de los casos.
Terminado el desayuno, se dirigió al salón del ala este del edificio, donde su grupo quedó en reunirse para empezar con los hechizos de rastreo. El grupo de Daniel se ubicaba en el ala oeste, donde harían sus propios hechizos localizadores. Mientras tanto, Cassie y los demás estaban esperando el momento adecuado para pedir una sesión con Lady Mary en su despacho.
Cada uno sabía lo que debía hacer, pasaron desapercibidos en medio de tantos brujos y brujas. Cuando Lisette llegó al salón, el tono de su celular le recordó que fuera de la ciudad tenía una vida aparentemente normal. Pensó en Allison.
–Hola –dijo.
–Lisette, cariño –era la voz de su padre–. ¿Cómo va todo?
¿Era realmente él? Desde que se habían ido de Londres, lo echaba de menos todos los días. No era que quisiera mencionarlo con frecuencia, prefería guardarse ese tipo de emociones para sí misma. La llamada no dejó de parecerle extraña, su padre nunca se interesaba en lo que ellas hicieran si tenía relación con la magia. Agitó la cabeza, quitándose un mechón de su cabello rizado de la cara.
–Hey, papá. Estamos bien –silencio. Quizá no debería contarle los detalles–. ¿Y tú? ¿Cómo van las cosas en casa?
–Por eso llamaba, Lis. ¡Iré de viaje a España! Estuve pensado, ustedes tienen esta misión en algo que sólo ustedes entienden. Me gustaría ayudarlas, cielo. Sabes bien que no puedo. Así que, no quise quedarme en casa, desesperado por no tener noticias de ustedes, si están bien o se han metido en problemas. ¿Te parece bien?
Daniel no tiene magia y está aquí. Un comentario reprimido. No sabía por qué estaba tan molesta con su padre.
–Es fantástico. Sí, deberías hacerlo. Nosotras estaremos bien, nos enseñan cómo controlar la magia adecuadamente, nada más.
–Eso es estupendo. Me alegra que estén bien. Saluda a tus hermanas y llamen de vez en cuando.
–Lo haremos. Tú también.
–Lo haré. Te quiero.
Colgó. Lisette soltó un suspiro, dejándose caer en uno de los sillones que ocupaban la habitación. Un minuto después, Dimitri abrió la puerta y entró.
–Hey –saludó, Lisette le hizo un gesto con la cabeza–. ¿Está todo bien?
Se encogió de hombros.
–Mi padre llamó, debería estar contenta por escuchar noticias suyas, lo sé. Es sólo que me parece muy extraño. Nunca nos llama y no le interesa nada este mundo, de pronto pienso que la Dama Gris ha hecho con él lo mismo que con Allison. Me siento... molesta.
– ¿Con quién? –preguntó, sentándose a su lado.
–No lo sé. Con la Dama Gris, Lady Mary, los cazadores, Allison, mi padre...
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Cazadores vs Brujas
FantasyLisette Smith es la menor de tres hermanas; su vida cambia cuando se encuentra a una anciana que le hace entrega de un objeto que le revela su verdadera identidad: es una bruja. Luego de meses de entrenamiento, junto a sus hermanas se traslada al ot...