Capítulo 15

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Siendo los cazadores tan determinados, la posibilidad de incluir a otro en el grupo no era una opción viable. Legend era parte fundamental del consejo, grandes decisiones se instauraban con un "Sí" de su parte. Un monosílabo cualquiera que en voz del cazador se convertía en un arma mortal.

Arriesgando su puesto y la vida, se mantenía sereno dando instrucciones a diestra y siniestra a los demás cazadores. Aiden lo observaba, sus ocelos irradiaban un brillo singular, como la estrella más pronunciada en el negro cielo de madrugada.

La confabulación estaba saliendo de maravilla. Los cinco nuevos integrantes aprobaron la estrategia, contribuyeron en la lluvia de ideas, opinaron, se negaron y finalmente se emocionaron. Cada uno de ellos tenía motivos suficientes para hacer de la vida de la Dama Gris, ceniza al consumarse un incendio infernal.

La tarde había pasado, la luz del crepúsculo entraba por la ventana, ensombreciendo el anaranjado cielo a su paso. Las papas de Augustin –había comprado para una semana entera– se habían acabado.

El teléfono de la oficina sonó, Legend atendió. Al cabo de un minuto, lo dejó en su lugar. Se acercó de nuevo al grupo.

–Tyrell, reunión del consejo. Tenemos que irnos.

– ¿Qué pasa?

–Dado que tuvimos un exitoso fracaso, es nuestra responsabilidad volver a organizarnos para cazar a los brujos.

–Dijiste que no lo harías –replicó Phoenix.

–Y no lo haré. Sin embargo, los demás sí. Gracias a Aiden ahora sabemos que ellos también piensan hacernos frente. Queramos o no, la batalla se dará. Enfoquémonos en el objetivo primordial.

–Además –agregó Tyrell, poniéndose de pie al lado de su hermano–, no ayudaremos mucho aquí sentados. La Dama Gris no estará presente cuando todo se derrumbe; cuanto antes sepamos de su ubicación, mejor.

El tono de otro teléfono interrumpió la conversación. Los dos Ellsworth se despidieron de los demás antes de salir. Debido a Phoenix, Lindsay actuaba como si aquel no fuese su sitio, no dejaba de intimidarla con la mirada. A Aiden le dio gracia, Phoenix no podía intimidar ni a una mosca.

Los Cinco habían sido bien recibidos en la habitación de Legend y Tyrell, quienes se ofrecieron a dormir en la oficina. Uno para los chicos y otro para las chicas, se ocultarían hasta que se presentara la ocasión de salir. Ellos también se despidieron, salieron embaucados en una sosegada conversación, el tema no parecía inquietarles. Lindsay salió detrás de ellos. Phoenix se recostó en el sillón. Aiden contestó.

–Hola –saludó, cortés.

–Aiden –cantó Lisette–, ¿qué tal va todo?

–Excelente, tenemos el grupo.

Unas voces murmurando se escucharon al fondo. Phoenix le aventó un cojín a Aiden, haciéndole un gesto burlón.

– ¿Aiden? –volvió a hablar la bruja.

– ¿Ah? –Aiden le lanzó una mirada amenazadora a su amiga–. Sí, ¿qué pasa?

–Es momento de reunirnos. Nosotros estuvimos investigando y analizando algunos datos. Tenemos un mapa que es imposible leer si no es por un cazador, o eso creemos. Y la única manera de que lo vean, es reuniéndonos.

Phoenix se levantó, caminó hacia Aiden y con una sonrisa en el rostro, le pidió gentilmente que pasara la llamada. Él se negó, retirando la mano de la chica cuando esta hacía vanos intentos de arrebatarle el celular. Aiden caminó por toda la sala, huyendo de su amiga.

Cazadores vs BrujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora