Capítulo 16

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Llegaron a Londres gracias a la ayuda de Lady Mary. La conversación que tuvieron con ella la había colocado de su parte, en el lugar correcto. Ella no podía ir a enfrentar a la Dama Gris, era una tarea exclusiva para el pequeño grupo de cazadores y brujas ya asignado.

Lady Mary aceptó quedarse en Mayfies y con mucho pesar en el corazón, animar a sus brujos a enfrentarse a los cazadores. Después de todo, decidió hacerlo desde antes que Cassie y sus amigos la interrogaran.

El portal creado por la bruja, los llevó a un callejón de Londres en plena noche oscura y fría, el ambiente daba una sensación escalofriante. Pasaron uno en uno, hasta que los quince llegaron al otro lado. Nadie hablaba, se andaban con cautela, pasando casi invisibles ante los mortales.

Lisette se aferró a la mano de Daniel, él le dio un leve apretón, reconfortándola. Eran los últimos en la fila, algunos brujos se habían reunido, caminaban mientras conversaban, imitando a los mortales, fingiendo tener una vida cotidiana.

Cada brujo presente dejó a sus seres queridos atrás, yendo a su propia misión, su propio enfrentamiento con un único ser que tenía la fuerza y el poder suficiente para acabar con todo el mundo. Nada de qué preocuparse.

Caminaron hacia el parque Greenwich, el punto de reunión. El viaje por el portal resultó abrumante. Cuando llegaron al parque, Lisette dio gracias por encontrar una cafetería aún abierta. Eran las diez y media de la noche. No fue la única en reparar en ello, los demás brujos explotaron en agradecimientos. Cada uno de ellos fue por un café bien cargado, en eso sí eran como cualquier otro mortal.

Tomaron un descanso en lo que esperaban la gloriosa llegada de los cazadores, todos estaban hablando del tema. Los Kovalenko no se mostraban complacidos. Corrección, las hermanas Kovalenko no estaban ni cerca de contentas. Dimitri, en cambio, aunque hacía vanos intentos por ocultarlo, la felicidad se notaba en el brillo de impaciencia en sus ojos. Lisette sonrió.

– ¿En qué piensas? –le preguntó Dan, al tiempo en que se sentaban en el césped a disfrutar su café.

– ¿No te parece tierno?

– ¿El qué?

–Dimitri y Phoenix. Míralo –le indicó con la barbilla la ubicación del brujo. Dan lo observó–. Está impaciente por verla, ¿no te parece?

–Sí, creo que lo está –Dan le dio un sorbo a su café. Estaban tan caliente que obtuvo una quemadura en la lengua–: mierda.

Su amiga rio.

–Te pasa por amargado.

–No soy amargado.

–Aiden me invitó a salir –soltó.

Daniel volvió a quemarse debido a la sorpresa. Dejó de un lado el café, haciendo una mueca.

– ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Qué le dijiste? ¿Ustedes son Dimitri y Phoenix 2.0?

Lisette le dio un leve empujón. Él se sostuvo en una mano para no caer.

–Bueno, no me lo dijo él. Fue Phoenix.

– ¿Entonces cuenta?

–Por supuesto que no. Creo.

Daniel entrecerró los ojos.

–Si hubiese sido él, ¿habrías aceptado?

Lisette no contesto, su piel se puso pálida. Dan soltó una risa tranquila.

Cazadores vs BrujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora