Capítulo 11.

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Lali

Miré por la ventana y se que cuando este avión aterrice mi vida será muy diferente. Por fin  el avión aterrizó y lancé un suspiro, bajamos y empezamos a caminar, miré como Peter sacó un celular y me le quedé viendo extrañada.

— ¿Tenías un celular?

— Así es. ¿Que tiene que tenga uno?

— Tienes, que pude haber hablado con mis padres. — lo miró molesta. — ¿No pensaste en eso?

— Técnicamente este celular no es para eso.

— Claro que sí, es un celular. — digo obvia.

— Lo es, pero sólo me puedo comunicar con mis colegas, para hacer otra llamadas no puedo.

— ¿Es broma? — pero niega.

— No lo es. Este celular sólo sirve ya que podemos estar en cualquier país mas alejado y aún así estar en contacto, pero sólo entre nosotros y también nos pueden rastrear si no pasa algo.

— No sabia que había un tipo de tecnología así. Es sorprendente.

— Sí lo es. Le mandé un mensaje a aún amigo que va venir por nosotros.

— ¿Nina? — pregunto algo sería.

— Dije: amigo, no amiga. Lali, ¿Por qué piensa que es Nina?.

— Bueno..., em... no lo sé. sólo sé me ocurrió.

— ¿Okay? — me mira atentamente haciendo que me sonroje.

Salimos del área cuando de pronto escuchamos una voz que lo llamaban. Peter sonrió, cuando al chico, ellos dos se abrazaron felices.

— Peter, hermano. Que bueno verte .

— Cachete, es bueno verte amigo.

Ellos dos estaban emocionados que ni siquiera me prestan atención, haciendo que me moleste ya que siempre era el centro de atención de las personas y ahora mismo me siento excluida.

— ¿No me lo presentará? — digo molesta. Últimamente solo así paso por culpa de Peter.

Ellos dos me miran y Peter habla rápidamente cuando el otro se iba a presentar.

— Aquí no, vayamos al carro y ahí los presento.

Empezamos a caminar a la salida. Cuando llegamos, subimos al carro que era para nosotros. Yo fui en la parte de atrás, mientras Peter y el chico que no sé cómo se llama, fueron al frente, a mí no me importó por qué siempre viajaba así, pero si me molesta que a pesar de ya estar en marcha el auto esos dos volvieron hablar ignorándome nuevamente.

— ¿Bien? Estoy esperando que sea educado y se presente. — digo otra vez.

Noto como los dos sonríe y por fin él se presenta.

— Mi nombre es Agustín Sierra, es un gusto de conocerla princesa Mariana.

— ¿Como sabe que soy la princesa?

— Princesa, Agus es guardaespaldas también y sabe todo sobre los casos de cada uno de nosotros. — explica Peter  — Agustín, ahora ella no es la princesa Mariana, su nombre en este momento es Milagros una chica común y corriente.

— Entiendo. Es mejor que tenga otro nombre porque así no la reconocerán, ¿pero no crees que debería cambiar el color de su pelo? Nina puede darle un buen consejo?

Tocó mi cabello ya que me quité la peluca en el momento que subimos al auto, pero me molestó que haya mencionado esa Nina, como que yo necesito algún cambio.

Protegiendo a la Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora