Capítulo 29.

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Peter.

Rayos no sé cómo actuar. Lali me pidió que me cambiara casual, nada se trajes ya que iría con ella como su pareja. ¿Cómo voy vestirme casual sabiendo que voy a ir junto a la futura reina? Nunca me ha preocupado vestirme acorde a lo que quieren que me vista con las personas que había protegido, pero nunca antes me había tocado ser la pareja. Ahora soy el novio de Lali. Todo era fácil cuando nadie sabe de ella, pero aquí, todos la prensa estará cerca de ella para saber lo que hace. Tengo que acostumbrar a lo que me llevará a no solo ser el guardaespaldas, si no que también su pareja. Me miro en el espejo y espero no verme tan desastroso y que no vaya a poner en ridículo a Lali.

Salgo de mi habitación y me sorprendo al ver Lali vestida con un pantalón blanco, blusa azul suave, unos simple tenis. No lleva maquillaje y lleva el pelo suelto. Se ve hermosa aunque esté vestida sin esos vestidos o ropa de diseñador.

— ¿Por qué me miras así? ¿Estoy mal vestida? — se mira la ropa.

— Estás perfecta. La verdad no pensé que irías vestida así.

— Dejaré los vestidos y ropa cara para fiestas. — se encoge de hombros. — así que cuando salgamos de paseo o algún lugar con otras personas quiero que me vean como una igual y no como la reina que seré. Así que quiero que todos me vean como alguien que estará para ayudarlo con lo que lleguen a necesitar. Así que hay que irnos no quiero que llegar tarde. Ya hice que todo lo que mandé a comprar lo subieran en un camión.

Salimos del castillo, la me tira las llaves del auto. Así que tampoco habrá chófer. Sonrío encantado ante la mujer que se está convirtiendo. Subimos al auto y arrancó hacia la dirección que Lali me ha dado. Ella pone un poco de música y empieza a cantar y yo canto junto a ella. Amo la hermosa voz que tiene. Cuando llegamos hay varios periodistas que comienzan a tomarnos fotos y hacer preguntas. Le pregunta muchas cosas sobre todo lo que ha pasó con Antonio a lo que Lali evitó hablar, después le preguntaron por mí. A lo que ella tomó mi mano y sonriendo anunció que yo era su novio. Al decir eso abrimos camino a la entrada dejando a los periodistas sorprendidos.

— ¿De verdad acabas de decir lo que creo que dijiste?

— Sí te refieres a que eres mi novio. Es la verdad no tengo porque ocultarlo. — sonríe cuando una joven se acerca a nosotros.

— Gracias por haber venido princesa. — se inclina. — nos da mucha alegría y también saber que su madre ya está en mejor estado.

— Muchas gracias por la invitación, es un honor para mí estar aquí presente. Traje algunos regalos para los niños y algunas cosas que creo que lleguen a necesitar.

— Muchas gracias, no sabe lo que usted hace por nosotros, su padres nos ha ayudado tanto, lamento tanto la perdida del rey.

— Le aseguro que ahora que yo esté a cargo seguiré ayudando y haré todo lo que sea posible para que ustedes no necesiten nada y sigan ayudando a los niños como lo viene haciendo.

Me encanta escucharla decir todo eso porque se que dice de verdad y de corazón. La joven nos lleva a un salón en dónde está arreglado con globos y los niños jugando y riendo. Lali me sonríe y vemos como varios niños se nos acerca y le dan a Lali varios dibujos y cartas que es para la señora Emilia. Lali los toma con una gran sonrisa. Nos sentamos y nos sirven de comer. De pronto veo como varias personas entran con los que Lali trajo y los niños gritan emocionados al ver regalos y de pronto entran varios payasos, Chicas disfrazadas de princesa y hadas, al igual que chicos disfrazados de piratas. Lali me guiña el ojo y no deja de sonreír al ver la alegría en los niños. Una de las payasitas se acerca a nosotros y nos pregunta si queremos pintarnos la cara a lo que ella acepta feliz y no me queda de otra que también hacerlo. Lali la pintan de tigre y a mi de león.

Protegiendo a la Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora