— Es broma, ¿verdad? — volví a preguntar eso debe ser, quizás él fue con el chisme a mi padre y me están haciendo eso porque una princesa no tiene que tener eso ataques de ira.
— Yo no hago bromas hija. — dice mi padre. — Él será tu guardaespaldas y siempre estará contigo. — trágame tierra, esto es una pesadilla.
— Yo no necesito ningún guardaespaldas, papá y mucho menos a éste — lo dije viendo a ese tal Peter.
— Mariana Espósito, ¡Respeta! — me gritó serio y me mordí el labio de abajo para no decir nada otra vez. — él será tu guardaespaldas, punto. Los dejaré para que se conozcan.
Mi padre junto a su hombre de confianza qué es Antonio se fueron y me quede sola con Peter. Lo mire sería, pero él sólo me miraba con una sonrisa burlona, ¡imbécil!
— Quita esa sonrisa estúpida de tu cara — digo enojada.
— Um..... — sé quedó pensando y me desesperó — no. — me dijo por fin.. — Usted me debe una disculpa. — lo mire sorprendida ¿¡yo!? Una disculpa a un simple empleado.
— Usted está loco, yo no le debo nada. — le dije furiosa como se atreve a pedirle a una princesa que le pida disculpa. Está loco este tipo.
— Claro que me las debe. Por el pisotón que me dio. — lo vi y él me miro ahora serio. — fue una falta de respeto lo que me hizo y más viendo de una princesa.
— Usted se lo merecía y yo soy mas que usted, ya lo dijo: soy princesa, y no me rebajo con los del servicio. — le dije levantando mi frente para mostrar mi superioridad. — usted eso es lo que es, más bien es usted que me tiene que pedir perdón por tirarme y no ayudarme.
— Pero lamentablemente no soy ningún sirviente suyo, soy su guardaespaldas así que me debe una disculpa, no yo a usted. -— me dijo y yo lo veo con más odio.
— ¡Ni loca! yo no me rebajo. — le dije furiosa.
— Por ser educada, nadie se rebaja y usted lo que es, es una caprichosa que parece que la consintieron mucho y no le dieron unas cuantas nalgadas para que respetara. — lo vi sorprendida ante esa ofensa.
— Imbécil, estúpido, y.....,y...,y.... — no sabia que más decir.
— ¿Terminó? Bueno si lo hizo ¿quiere ir alguna parte? — me dijo con esa sonrisa estúpida pero linda, espera ¿yo pensé eso?
— ¡Ay! —grito
Paso a la par de él y salí de mi cuarto, seguida por ese imbécil que no paraba de reírse de mí. Bajo las escaleras y veo a mi madre y corrí hacia ella.
— Madre, convence a mi padre que me quite ese... ese.... ese guardaespaldas no lo necesito. — le dije y mi madre me vio sin comprender quizás no sabe.
— ¿Guardaespaldas? — preguntó.
De pronto él llega hacia mi madre y le da un reverencia.
—Mucho gusto su majestad, soy Juan Pedro, el guardaespaldas de su hija. El rey me contrató para protegerla. — le dijo todo caballeroso y mi madre sonrió sonrojada.
Abro la boca ya que él muy imbécil acaba de hacer sonrojar a mi mamá.
— Oh, si me acuerdo. Mu esposo me lo dijo. — Empezó va reír.
«¡No......! Estoy perdida. »
— ¿Lo sabías? — le dije viéndola — Yo no quiero ningún guardaespaldas...... No lo necesito.
— No es objeción, Mariana. — me miro seria. — tu padre ya tomó esa decisión y debes acatarla.
— Pero.....,pero.... — no podía hablar.
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Protegiendo a la Princesa
FanficProteger es la prioridad, pero el amor es más fuerte.