Protegiendo a la Princesa

Capítulo 19.

Me siento tan diferente ya que nunca creí que terminaría enamorando de mi guardaespaldas al que deseaba  sacar de mi vida, solo que ahora lo quiero para el resto de mi vida, quiero que Peter este conmigo siempre, espero que él sienta lo mismo por mí. Me apoyo más en su pecho cerrando mis ojos, recuerdo sus caricias, sus besos, todo lo que me hizo sentir con sus caricias. Algo bueno sacó esto de estar en peligro porque así pude conocer lo que es el amor, no digo que quería que las cosas pasarán como pasó, que perdí a mi padre, que estoy lejos de mi madre y que estoy en peligro de muerto. Son cosas que no me hubiera gustado que pasarán, pero..... Si me encanta que pasara que lo que acaba de pasar, eso nunca lo cambiaría.

— ¿En que piensas?

Sonrío al escuchar su voz.

— En todo esto. Fue maravilloso Peter, me siento tan diferente.

— ¿Diferente, bueno o diferente malo?

— Diferente bueno.

— Siento lo mismo, la verdad nunca creí que me llegaría a enamorar de una princesa caprichosas. — sonrío porque antes me enojaba que me dijera caprichosa, ahora me encanta porque ahora me lo dice con ternura.

— Todo será diferente. — me siento en la cama mientras me cubro con la sábana mi cuerpo.  — tenerte en mi vida me ha hecho ver las cosas diferentes.

Se sienta y me da un dulce beso al cual le sigo con mucho gusto. Me encanta que me bese, todo de Peter le encanta. Doy un suspiro de felicidad en el momento que se separa de mí.

— Te amo, lo digo en verdad.

— Yo también te amo Peter. 

Nos íbamos a volver a besar, pero empezaron a tocar la puerta. Peter salió se la cama y se puso la ropa rápidamente.

—  Quédate aquí por favor no vaya a salir.

Asiento y lo veo salir del cuarto. Cómo no quiero estar desnuda, me pongo mi ropa, escucho como Peter abre la puerta.

— ¿Qué haces aquí Nina? — Escucho decir a Peter.

Arrugo la frente al escucharlo y como no quiero estar en el cuarto sabiendo que esa mujer está en la casa. La verdad no me agrada nada porque las pocas veces que la he visto, se nota que no le caigo bien, lo cual es mutuo.
Me quedo en el pasillo y me cruzo de brazos mientras los escucho hablar.

— Vine a visitarte, tonto. ¿Cómo va todo? No te está sacando canas verde esa princesita. — Aprieto mis manos en puño.

Quién se cree que es al hablar así de mí. Esa forma de decir princesita no me gusta nada.

— Por favor Nina no hables así de la princesa.

Le dice Peter lo cual me extraña. ¿Por qué no dijo mi nombre? En la forma que lo dice no me gusta nada, me siento extraña al notar que Peter está evitando mostrar lo que siente por mí frente a ella.

— Lo siento Peter, pero solo digo la verdad. Ella es una caprichosa, se nota las pocas veces que nos hemos visto, que solo por creerse de la realiza trata a la personas como se le pega la gana.

— ¡Basta Nina! Dime a qué viniste para que te puedas ir. 

Ninguno de ellos se han dado cuenta que estoy escuchando. Veo como ella se acerca muy seductora hacía Peter. Siento mi sangre hervir, ni siquiera Peter se aparta, permite que ella se le acerque así.

— Vine porque te quería invitar a salir a tomar algo. Acuerda que me debes un baile que no me has cumplido.

— Lo siento pero sabes que no puedo.