Capítulo 11

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Seis meses habían pasado desde que Yuuki y Kouha se reencontraron y aún no había rastro de que alguien intentase entrar en el campamento para llevarse a la chica.

En esos meses Yuuki estuvo entrenando intensamente con la espada y la magia, aunque Junjun, Reirei y Jinjin solo la podían enseñar lo poco que ellas sabían, por lo que la chica estaba un poco decepcionada. Siempre pensó que eran magas poderosas, pero había descubierto que, aunque eran poseedoras de magia habían decidido no hacer uso de todo su poder tras los fatídicos experimentos que sufrieron.

-Pensé que me enseñarían a usar grandes conjuros-suspiró la chica frustrada.

-No te desamines-Kouha dejó el vaso que tenía en las manos-. La semana que viene tengo que ir a Magnostadt para hablar con el Director sobre su inminente conquista, allí puede que te enseñen más magia.

-Dudo que si queréis conquistarles me quieran enseñar magia-refunfuñó la chica-. Además, necesitaría tiempo para poder estudiar adecuadamente.

-Magnostadt es el lugar más seguro en el que podrías estar en estos momentos-Yuuki le miró confundida-. Allí solo pueden entrar magos y todos tienen que pasar un examen.

-Tú vas a pasar a la ciudad.

-Yo soy una excepción, ya que voy con fines diplomáticos-atrajo a la chica hasta sentarla en sus rodillas.

-Mentiroso, solo vas para decirles que les vais a conquistar, eso no es diplomacia-una pícara sonrisa se dibujó en el rostro del príncipe, mientras volvía a coger su vaso de sake.

-Podemos conquistarlos pacíficamente, así tu podrás estudiar magia todo el tiempo que quieras-el chico depositó un casto beso en la mejilla de Yuuki-. Aunque no me gusta eso de que otra vez estés lejos de mí.

-Será por poco tiempo- apoyó la cabeza en el hombro del chico. Cada vez se sentía más a gusto con él y las muestras de cariño eran más frecuentes. El problema surgía cuando la chica se veía rodeada por mucha gente desconocida o si alguien externo la tocaba. Eso era algo que todavía no podía soportar, pero si quería estudiar en Magnostadt debía hacerlo.


Llevaban allí escondidos dos días y ya estaban empezando a ponerse nerviosos. Se suponía que el carruaje tenía llegar antes del mediodía, pero ya estaba a punto de anochecer y no aparecía por ninguna parte.

Aburrida Yuuki se sentó en un tronco que estaba caído. El plan para despistar a todo el que la perseguía consistía en que ella se adelantase con un pequeño grupo de escoltas y que permaneciesen escondidos hasta que el carruaje la recogéis en el punto indicado. Por ahora parecía que el plan estaba funcionando, porque les habían llegado noticias de que varias personas habían querido colarse en el antiguo campamento donde estuvo cuando el príncipe había salido, pero todos los ataques habían sido repelidos.

-Mi señora-Meihou se acercó hasta ella-. Han avistado el carruaje, por favor prepárese- con una amplia sonrisa la chica se levantó y se dispuso a coger sus pertenencias-. Han llegado al punto de recogida-le informó el chico-. Ya hemos revisado los alrededores y están despejados-Yuuki siguió al chico entre los árboles. Comenzó a oír el sonido de los caballos y las voces de los hombres que habían contratado como guardia.

- ¿¡Qué narices le ha pasado al carruaje!?-gritó sorprendida al ver que el techo del vehículo no estaba y lo habían cubierto con una sábana-. ¿No puedes viajar en un carruaje sin romperlo? -Kouha salió seguido de sus subordinadas.

-No atacaron unos bandidos-se defendió el pelirosa. Sentía un ligero dejavú con aquella conversación.

- ¿Bandidos? ¿Por qué siempre te tienen que atacar bandidos cuando vas en carruaje?

Conquistando al Imperio Kou  (Magi the Labyrinth of Magic) [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora