01/01/14
Querido Aaron:
Podría comenzar esta maldita carta deseándote un feliz año nuevo y preguntándote como pasaste anoche, pero, estoy tan furiosa, que simplemente me chupa un huevo si te la pasaste bien o no.
Sé que te debes estar preguntando » ¿Por qué estás furiosa? «, Por lo que déjame decirte que mi furia tiene nombre y apellido. Un nombre que al solo pronunciarlo y/o escucharlo, me produce una horrible migraña.
Anthony Anderson.
Ese es su horrible nombre. Y es la persona más desagradable, repugnante y odioso que eh visto en mi vida... y es el padre de Cloe.
Si, él, el maldito simio subdesarrollado, es el padre de mi hermana mayor.
Apareció ayer en nuestra casa, golpeó la puerta y exigió hablar con mi madre. Ella- mi madre- se negó al principio... bueno, si negando nos referimos a que se puso a gritarle todas las maldiciones que puedas imaginarte... y más, pero al darse cuenta de que él no desistiría, decidió hacerle frente y tratar de entablar una conversación civilizada. Se sentaron en el living, mientras nosotras dos nos encerramos en mi habitación, e intentaron hablar tranquilamente... lo que no duró mucho. A los 10 u 15 minutos, comenzamos a oír nuevamente los gritos de mi madre diciéndole varias cosas como »Eres un imbécil«, »Ojalá te pudras en él infierno«, »No sirves para nada, eres un maldito inútil«, entre otras cosas. Clo y yo, curiosas, nos sentamos en uno de los primero escalones superiores, desde donde podíamos ver lo que ocurría en el living pero donde ellos no pudieran vernos ni percatarse de nuestra presencia.
"¿Qué pensabas? ¿Qué te esperaría, que esperaría a que te decidieras a hacerte cargo de tus malditas acciones? ¡Pues no! Me volví a enamorar, me case y tuve otra hermosa hija con un verdadero hombre. No como tú, un maldito inútil, un maldito cobarde" Juro que esas palabras podrían herir hasta al tipo más macho-pecho-peludo, por lo que el "Sr. Anderson" parece que fue herido en su estúpido orgullo. ¡Qué felicidad!
Su especie de "charla civilizada", duró algo así de media hora, una media hora bastante tensa, donde mi hermana y yo nos la pasamos en mi habitación intentando comprender la extraña situación. Y yo, por mi parte, estaba intentando consolar a mi hermana, quien parecía estar a punto de sufrir un ataque de nervios... y no la juzgo. O sea, ¿quién no se podría así al encontrarse frente a frente con el maldito hombre que la abandono sin siquiera conocerla? Si yo estuviera en su misma situación, me agarraría tal ataque de nervios que tendría que ser internada en un psiquiátrico.
Pero bueno, admiro a mi hermana por ser fuerte, por no desmoronarse. Ella, sin duda, es mi mayor heroína.
El hombre se largó luego de una laaargaaa conversación con mi madre. Le dio una última mirada a Cloe, sin decirle nada, se subió a su camioneta y se fue. Mi progenitora se desmoronó sobre el sofá y se largó a llorar. Ni mi hermana ni yo hicimos algo por consolarla, ella nunca hizo nada por nosotras, ¿acaso ahora debíamos hacer algo bueno por ella? Ni loca, no pienso mover un dedo por Ivonne.
Como sea. Esa fue mi maravillosa noche de año nuevo, y, como de costumbre, tuve que recibir el nuevo año sola, aunque en esta ocasión tenía a Cloe para hacerme compañía...
Solo espero que ese hombre no vuelva, porque si no, soy capaz de echarle agua hirviendo.
Con cariño:
Samanta
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Cartas a un Desconocido © #DiamantesAwards2016 (PAUSADA)
Teen FictionUn día, una carta. Luego de que su profesora de literatura les pidiera un proyecto; Samanta decide enviarle, todos los días, una carta a un amigo anónimo que eligió al azar entre millones y millones de personas. En ellas cuenta su vida, sus sentimi...