Cartas a un Desconocido © #DiamantesAwards2016 (PAUSADA)

XX

04/06/16

Querido Aaron:

Bueno, me alegra saber que estas a punto de comenzar una nueva aventura- aunque no sea una aventura-. Si yo pudiera, también haría justo lo mismo que hace tu hermana; irme de esta ciudad y comenzar desde cero en otro lugar.

Porque las cosas en casa están cada vez más difíciles...

Cloe volvió ayer a Canadá, porque según dice, ya no soportaba la convivencia con mi madre, y estaba a punto de perder la poca cordura que aún le quedaba por su culpa. Tomó el primer vuelo hacia Ottawa y se fue, sin despedirse de Ivonne. Yo la acompañe a tomar su vuelo y luego me fui a lo de Débora, con quién hicimos las pases, a pasar el día ya que no quería verle la cara a la mujer que se hace llamar mi madre. Volví pasadas las once de la noche...

Hoy, cuando desperté a las una de tarde, ya que era sábado, me encontré con Ivonne tirada en el living con media cajetilla vacía de cigarrillos y una botella de vodka con menos de la mitad de su contenido. No hice nada ni le dirigí ni una sola palabra. Porque, ¿Qué caso tendría ayudarla si luego volvería a hacer lo mismo? A lo largo de mi corta vida, eh comprendido que, no importa el nivel de alcoholemia en sangre que Ivonne poseyera, no debía hacer el mínimo esfuerzo en ayudarla; porque 1, nunca te devuelve el favor, y 2, a las pocas horas se vuelve a emborrachar. Así que tomé el tazón de cereales que había preparado, y fui a desayunar a mi habitación.

Como has notado, la relación entre mis abuelos e Ivonne no es muy buena- ¡Que rayos! Si la última vez que se vieron se lanzaban dagas en vez de palabras-. Cuando mi madre se embarazó de Cló, y Anthony la abandonó, mis abuelos se molestaron bastante con ella; por su gran falta de responsabilidad y blah, blah, blah. Ivonne ignoró desde entonces cada cosa que ellos le decían, lo que hizo que la molestia de ambos incrementara a tal punto que dejaron de visitarnos... ¡Ni siquiera nos enviaban una tarjeta de navidad!

Eso destruyo a la familia. Porque, a pesar que mis tíos Gwen y Jordan no estaban, por así decirlo, en contra de mi madre, ni tampoco la juzgaban, lo cierto era que tampoco podían pelearse con mis abuelos; porque, si lo hacían, ¿Quiénes les darían dinero extra para malgastarlo en cualquier porquería? Nadie...

Por eso, y por otras razones más, es que mi familia está casi dividida... y créeme cuando te digo, que estoy de parte de mis abuelos.

No me malentiendas, por favor. Amo a mi madre con todo el amor que pueda demostrar, pero eso no significa que crea que varias de las acciones y las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida, han sido las más correctas, o las más adecuadas para nosotras... y para ella. A veces me encuentro a mí misma juzgándola sin tener una verdadera razón para hacerlo, solo me sale naturalmente, sin pensar. Solo actúo mecánicamente... arrepintiéndome al instante de aquello que le haya dicho...

A pesar de todo, sigue siendo una mujer fuerte. Crío a dos hijas completamente sola; y, francamente, ninguna de las dos hemos salido tan mal. Sabemos manejarnos por la vida independientemente, sin necesitar la ayuda de alguien más... y aquello se debe al tiempo en el que ella ha estado ausente.

Ivonne, ciertamente, no es la clase de madre que asiste a cada acto de sus hijos, que está en primera fila aplaudiendo acaloradamente luego de la actuación de sus pequeños. Ella jamás ha asistido a algún acto de alguna de las dos... y ni tampoco se acordaba de preguntar, al final del día, como nos había ido y si teníamos alguna tarea que terminar.

Siempre fuimos solo Cloe y yo ante el mundo. Siempre nos tuvimos la una a la otra y, cuando ella se hizo adolescente y comenzó a independizarse, yo sentí por primera vez lo que era estar completamente sola, sin nadie que escuche tus problemas eh intente ayudarte a resolverlos.

Pero, así es la vida, ¿no? Hay que aprender a valerse por sí mismo, y a ser fuerte, si no quieres ser pisoteado por la sociedad...

Solo espero que algún día, mi madre entienda que un poco de amor maternal, sin importar la edad que tengas, siempre hace falta...

Con Cariño:

Samanta.

Pásense por mis demás historias y denles una oportunidad que juro que no los defraudará ;-)

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