CAPITULO 10

200 15 0
                                    

****FLASH BACK*******

Lloraba desconsoladamente, ¿quién iba a decir que se sintiera tan cómoda cerca de los Slytherins? Hacía un buen rato que estaban en el pasillo, intentando consolarla. ¿Pero cómo hacerlo? La chica no paraba de llorar y era comprensible. ¡Maldito Weasley! ¿Cómo se había atrevido a hacer eso? Una cosa es que a ellos les gustase disfrutar puteándola, pero nunca se atreverían a hacer algo como eso. ¡Por Merlín! Las cosas tienen sus límites.

- ¿Porqué no te cambias de casa?-sugirió Blaise.

- ¿Y a cuál iría?-lloraba Hermione, desconsolada.

- A la nuestra, por supuesto.-dijo Pansy.

- Pero...

- Oh, ¡vamos Granger!-dijo Draco.-No te pasará nada.

- Nosotros te cubriremos las espaldas.-dijo Theo.-Y no personalmente no permitiré que Weasley se te acerque.

No pudo evitar morderse la lengua cuando terminó de pronunciar aquellas palabras. Pero ya era demasiado tarde, porque todos lo miraban confundidos, hasta la mismísima Hermione.

- Es decir...-prosiguió Theo, intentando salir del embrollo.-Si tu quieres.

- ¿En serío?-dijo Hermione, incrédula.

- Por supuesto.-dijo Pansy.

- ¿No os causaré problemas?

- De ninguna manera, Granger.-dijo Blaise.-Eres bienvenida.

- Además, tenía ganas de molestar a la comadreja este año.-dijo Draco.

- ¿Entonces esto es una tregua?-preguntó Hermione algo desconfiada.

- Claro.-dijo Draco tendiéndola la mano.-¿Aceptarás unirte al grupo de las serpientes?

- Por supuesto.-dijo Hermione estrechándole la mano y sonriendo, agradecida.

******FIN DEL FLASH BACK*********

En estos momentos, Hermione se encontraba en el despacho de director, pero ¿cómo hacer para que la cambiasen de casa sin desvelar ningún dato de lo sucedido? Aún no tenía fuerzas, no podía, seguía sin creérselo, mas sabía que era real, un recuerdo demasiado palpable, grabado a fuego lento en su memoria y en su piel. Sensaciones que creía que nunca sentiría, horrorizándola en lo más profundo del alma, su inquietante angustia siempre acechándola, su tristeza invadiendo su cuerpo como si fuera un veneno que la debilitaba conforme pasaban los segundos. Temía, temía por ella, por lo que pudiese hacerla él. Quien creía su mejor amigo.

- Y dígame, señorita Granger ¿porqué se quiere cambiar de casa?

- No me siento agusto entre los leones. Quiero abarcar más.

- ¿Y a qué casa le gustaría cambiarse? Comprenderá que no puedo dejar que escoja, por eso tengo que volver a colocarla el Sombrero Seleccionador.

Acto seguido, Dumbledore la colocó el sombrero en su cabeza. Pero los sentimientos de la muchacha eran, en su mayor parte de orgullo, y sobre todo de venganza. Oscuros sentimientos se arremolinaban a su alrededor, provocándola ansias de venganza combinadas con olas profundas de temor y tristeza. Pero sobreponiéndose a ellas con fuerzas, queriendo superarse, demostrarle que ella era la única que valía, queriendo que Ronald Weasley se arrodillara a sus pies y la suplicara perdón por todo, por engañarla, utilizarla, violarla...

- Tus sentimientos son contradictorios, pero hay una casa donde seguro que encajarás. ¡SLYTHERIN!

Hermione sonrió, era justamente a la casa donde quería ir.

En el gran Comedor:

- Harry-dijo Ginny.-¿Has visto a Hermione?

- No.-contestó él.

"Asi que la zorra ya está asustada." pensaba un chico pelirrojo con una sonrisa de satisfación en su rostro. De repente, el director pidió silencio para anunciar una cosa muy importante.

- Estimados alumnos.-dijo.-He de comunicarles una noticia que estoy seguro, va a conmocionar a la mayor parte de vosotros. Es mi placer informarles, que la señorita Granger, ha decidido cambiarse a la casa de Slytherin.

Murmullos de desaprobación se escucharon en el Gran Comedor. Estupefacción e incredulidad fue lo que le siguió. La mesa de Slytherin estaba asqueada por tener a una impura entre sus filas. Los Gryffindors no se lo podían creer. Por eso, cuando vieron como Hermione entraba por las puertas del Gran Comedor, ni Harry ni Ginny pudieron evitar levantarse. La castaña, al ver que la pelirroja se acercaba, se paró en seco para charlar con ella y explicarle, aunque no fuera con la verdad, los motivos de aquel cambio tan brusco. Mas la pelirroja no tenía ni ánimos ni ganas para charlar, y, sin nisiquiera dar a Hermione una oportunidad para aclarar las cosas, Ginny la sacudió tal guantazo en la cara, que la pobrecita castaña cayó al suelo con lágrimas en los ojos. Pero la cosa no terminó ahí, pues Harry, que venía detrás, le dijo las palabras que se clavarían como puñales en su corazón.

- Maldita traidora.-dijo el niño que vivió, furioso.-ME HAS TRAICIONADO. TE HAS UNIDO A ÉL, A TODOS LOS DE SU CALAÑA. TE HAS JUNTADO CON SUS SEGUIDORES, A MIS ESPALDAS. No mereces ser mi amiga, ni dirigirme la palabra. AHORA ERES TAN DESPRECIABLE COMO ELLOS. ¡SANGRE SUCIA!

Theodore ya estaba harto. Nunca en su vida había oído tantas idioteces juntas. La verdad es que su trato con Hermione no había sido mucho, pero ¡que demonios! Ahora ella estaba en Slytherin ¿o no? Así que haciendo gala de sus educados modales, comportándose como todo un caballero, se levantó finamente de la mesa y se acercó a la pelirroja, quien ya se estaba preparando para volver a darle otra bofetada a la castaña, la agarró de la muñeca, y la dijo:

- No sé quien te habrás creido que eres.-la dijo a ella.-Pero no voy a consentir que la toques en mi presencia.-Ginny se la quedó mirando con la boca abierta. Sin embargo, el Slytherin se volvió hacia Harry quien estaba bastante mosqueado.-En cuanto a tí, Potter. No sé quien te habrás creido que eres pero bájate esos humos, porque puede que hayas sobrevivido Al Que No Debe Ser Nombrado, pero eso a mi no me importa ni me interesa.

Hermione sonrió cálidamente a Theo, haciendo que Ron se pusiera celoso pues estaba viendo la escena, y sin poder controlarse, se levantó y se dirigió hacia ellos. Blaise, quien también la estaba viendo, no pudo evitar levantarse, pues Theo era su amigo y quería ayudarle, además Hermione no le caía del todo mal.

- ¿Qué pasa Granger?-dijo Ron mirándola con odio.-¿Ya te has acostado con él?

- En realidad esas cosas no debe preguntarlas un caballero a una dama.-dijo Blaise.

- No me jodas, macho.-dijo Ron.-Ella ni es dama ni es doncella. SÓLO ES UNA ASQUEROSA SANGRE SUCIA.

Esta frase provocó la risa de muchos de los espectadores, mas pronto se convirtió en silencio cuando el puño de Theo impactó en el rostro de Ron, haciendo que la sangre brotara de la nariz de este. Ron sacó su varita, Blaise defendía a su amigo, Theo también la sacó, Harry y Ginny intentaban acercarse a Hermione, pues la creían la culpable de la situación. Draco y Pansy se acercaron para echarles una mano a sus amigos. Mas ninguno tuvo tiempo de realizar ningún ataque, pues Hermione, se interpuso en medio y, cogiendo a Theodore de un hombro, le suplicó con la mirada que parase. Esta escena, fue vista por un joven pelirrojo, quien quería irle a partir la cara a Theodore.

Destinado O Considencia??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora