CAPÍTULO 65

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Hacía tiempo que Blaise se replanteaba la posibilidad de que su novia hubiese adquirido algún tipo de rechazo hacia él por culpa de Weasley. ¡Y no era de extrañar! Después de todo lo que la había pasado, tan sólo se cogían de las manos y se daban tiernos besos, pero castos...la pasión se estaba perdiendo poco a poco por culpa de Weasley. Era lógico que Luna pensase que podría salir dañada nuevamente durante una relación sexual, pero a Blaise le dolía pensarlo. Y estaba dispuesto a demostrarla que podían seguir intimando y que todo podría
ser tan perfecto como antes, estaba dispuesto a ayudarla a superar sus temores, pero sin presionarla. Tal y como Theodore lo hizo en su día con Hermione.

Para él, Luna seguía siendo tan hermosa como la primera vez que la vió, excepto que la amaba muchísimo más que antes. Había aprendido más de sus peculiaridades, como la forma en la que tarareaba cuando se quedaba mirando a la nada, o incluso había estado buscando por su cuenta criaturas inexistentes que según Luna, existían. También se había fijado en lo sonrojadas que se volvían sus mejillas cuando la echaba algún piropo; o como su cabello parecía oro cuando le daba el sol.

En su primera noche juntos, se dió cuenta de detalles más personales...como que tenía un lunar en el muslo derecho interno. O como gemía cada vez que la rozaba las costillas o la besaba en el cuello. A ella le encantaba acariciarle el pelo delicadamente; y la mayoría de las mañanas, cuando despertaba, ella le estrechaba entre sus brazos, fusionando sus cuerpos. Como si quisiera ser lo primero que viese al despertar.

Y ahora, tal y como sospechaba, Luna se había dado la vuelta, pasando el brazo por su cintura y hundiendo la nariz en su hombro. Blaise sonrió mientras la miraba despertar.

- ¿En qué piensas?-murmuró Luna somñolienta.

Blaise le acarició el rubio cabello.-En que no debo tener buena apariencia al despertar.

Ella soltó un bufido.-Mientes.-sus ojos se abrieron y él se perdió momentaneamente en sus ojos color cielo.-Eres perfecto y lo sabes.

Él hizo una mueca y se inclinó hacia ella, hasta estar a la altura de su cara. Su mano se deslizó hacia su cadera, acariciando el camisón de suave seda.-Bueno, no voy a estar en desacuerdo contigo.-levantó una ceja.-Si dices que soy perfecto, entonces debo serlo.-con sus dedos, empezó a quitarla el camisón muy lentamente, dejando centímetro a centímetro, ver aún más su desnudez.

- También creo que estás tratando de desnudarme, señor Zabini-dijo Luna reprimiendo un gemido.

- Estoy consternado, señorita Lovegood. ¿Acaso crees que carezco de moral?-Le contestó, simulando hablar en serio.

Ella se echó a reir.-¿Realmente quieres que te responda a eso?

Él sonrió con picardía.

Ella levantó las caderas, para colocarse más cómodamente. Su bata de seda color vino se arremolinaba alrededor de su piernas. Él fue empujándola lentamente par después quedar su cara a la altura de sus pechos.

- No quiero empezar el día...-se inclinó para depositar un beso en la superficie de su estómago.-...sin tocarte.-la lengua delineó los contornos de su ombligo muy lentamente.-...Y sin decirte...-comenzó a bajar hasta llegar a la altura de su entrepierna.-...lo mucho que te amo.-depositó un suave beso en la superficie de su pubis.

Sintió la mano de Luna acariciarle el pelo y se inclinó para besar su estómago una vez más. La atracción que sentía hacia ella, aumentó cuando aceptó ser su novia aquel día de vacaciones de Navidad. Después de algunos meses de noviazgo, en los que su mano estaba haciendo la mayor parte del trabajo para alejar a las hormonas naturales, hicieron el amor por primera vez.

Destinado O Considencia??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora