CAPÍTULO 62

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Volaron unas cuantas horas más, esta vez, montados con normalidad. Hermione suspiró tranquila cuando perdieron de vista a los dementores. ¡Merlín! Nunca había pasado tanto miedo en su vida.

Al fin vislumbraron la Mansión Crouch y descendieron. Theodore miró a Hermione para comprobar que no tenía dificultades con el descenso.

- ¿Ahora qué hacemos?-preguntó Rookwood.

- Habrá que entrar en la mansión.-respondió Hermione.-Con el hechizo Normalius volverán a su tamaño normal, y para despertarles...tendremos que entrar en el origen del problema. Habrá que realizar un hechizo complicado, no muy utilizado actualmente porque es de magia antigua. Se trata del rito Scar.

- ¿No estaba prohibido por el Ministerio?-preguntó Theodore mirándola fijamente.

- Así es.-respondió Barty.-Está prohibido por ser uno de los más peligrosos que existen. Para realizarlo, hay que formar un círculo alrededor de Regulus y Evan y cortarnos las palmas de las manos con un cuchillo. Ha de ser una herida superficial. Después debemos unir nuestras manos. De esta forma, nuestras almas viajarán hasta el interior del dementor donde se encuentran las almas de nuestros compañeros.

- ¿Vamos a estar en el interior de un dementor?-preguntó Theodore.

- Así es.-contestó Hermione sacando su varita. Barty caminó hacia la mansión y los demás le siguieron. Llegaron hasta el salón y con un movimiento de varita, Barty hizo el suficiente espacio para hacer el ritual. Dolohov y Rabastan colocaron a Regulus y a Evan en el centro.

- ¡Normalius!-gritó Rookwood. Cuando Evan y Regulus recuperaron su tamaño normal, Hermione se acercó a ellos y les hizo un corte en la palma de sus manos.

- Es la hora de colocarse en círculo.-ordenó Hermione regresando a su posición entre Theodore y Crouch.-Accio daga.-cuando la daga de la mesa llegó hasta sus manos, Hermione se hizo un corte limpio y le pasó el objeto a Theodore; éste se lo pasó a Rabastan, después a Rodolphus, Walden, Augustus, Antonin y Barty.-Tumbaros en el suelo boca arriba y dejar vuestra mente en blanco. ¡Estamos aquí para invocar el poder del rito Scar! Nos proponemos salvar a aquellos que en su día condenaron. Para tragiversar el orden natural, invocamos la fuerza y el poder antiguo. ¡Daros las manos! Sangre vinculada, danos la fuerza para traer a nuestros amigos de vuelta.

De pronto, todo se fue llenando de oscuridad, y empezaron a sentir frío, terror, ansiedad...pero ninguno de esos sentimientos eran suyos. Los susurros se hacían cada vez más audibles.

Susurros aterrados de prisioneros cuyas almas habían devorado. Y que ahora no eran más que puntos brillantes en plena oscuridad.

Y había miles de ellos.

La situación les superaba. ¿Cómo reconocer las almas de Evan y Regulus?

- Regulus Black.-llamó Rabastan.-¡Evan Rosier!

El frío se hizo más intenso.

- Creo que el dementor quiere acallarnos.-dijo Hermione.-Son nuestras almas las que están aquí. Nuestros cuerpos siguen en la mansión. Si no regresamos a tiempo, nos quedaremos aquí para siempre y nuestros cuerpos se quedarán vivos pero sin alma.

- Entonces debemos darnos prisa.-dijo Theodore.

Comenzaron a buscar las almas de los mortífagos, pero no era nada fácil. Los llamaron a gritos, pero nadie respondía. Cada vez la oscuridad era más intensa, pero eso no les impidió adentrarse más en ella. Estaban a punto de rendirse, cuando dos almas se acercaron a Crouch.

- ¿Regulus Black?-preguntó Barty. Las dos formas adquieron la forma de Regulus y de Evan.-Os sacaremos de aquí. Granger ¿cómo salimos?

- De la misma forma que entramos.-respondió Hermione.-Cogeros de las manos. Rosier y Black también.-dijo mirándolos.

- Hacerla caso.-ordenó Barty.-Os lo explicaremos todo cuando salgamos.

El círculo se volvió a formar rápidamente. Pero al parecer, el resto de las almas no les iban a dejar escapar tan fácilmente.

Empezaron a rodearles.

- ¡Manteneros agarrados!-ordenó Hermione.-Rito de Scar, fuerza de vida. Ya hemos encontrado lo que andábamos buscando. Permítenos regresar al punto de partida.

Las luces giraban cada vez más rápido. Una fuerza intentaba separarles, pero se agarraban más fuerte. No podían ceder, no podían separarse, porque si lo hacían, el círculo se rompería y jamás saldrían de allí. Cerraron fuertemente los ojos, y cuando los abrieron, se encontraban en el salón de la mansión Crouch, cada uno en su respectivo cuerpo. Hermione sonrió, y los mortífagos empezaron a reirse a carcajadas. Pronto quedaron en silencio, al ver que Regulus y Evan empezaban a moverse.

- Bueno.-dijo Hermione.-Mi parte ha terminado.

- Gracias por tu ayuda, Granger.-dijo Barty estrechándola la mano.

- Creo que será mejor que regresemos a Hogwarts.-dijo Hermione.-Está anocheciendo. Adios, Crouch, señores Lestrange, Dolohov, Macnair, Evan y Black.

Tras el breve movimiento de cabeza que le dieron los mortífagos en señal de despedida, Hermione y Theodore desaparecieron.

- ¿Quiénes eran?-preguntó Evan.

Mientras tanto, Draco había tenido que soportar a Percy Weasley durante todo el día. ¡Era insoportable! El tío quería acostarse con él porque creía que era la novia de su hermano.

- ¿Me estás escuchando?-preguntó Weasley empezando a cabrearse. Draco asintió con la cabeza, pero Weasley, al no obtener respuesta, la agarró por las muñecas y la empotró contra la pared.-Asique esto te gusta ¿eh perra?

"Merlín." pensó Draco. "¿Es que no puede haber nadie normal en esta familia?

- ¿Se puede saber qué pasa?-preguntó Snape que había visto toda la escena.-¿Qué cree que está haciendo, señor Weasley?

- Sólo hablábamos.-respondió Percy soltando a Draco y retrocediendo un par de pasos.-Pero ya me iba.

Cuando se aseguraron de que Weasley se había marchado, Snape guió a Draco hacia una sala vacía. Pasaron y cerraron la puerta tras de sí.

- ¿Qué cree que está haciendo, señorita Granger?-preguntó Snape.

- Verá, no soy...-empezó Draco. Pero al no haber podido beber de la poción multijugos durante las últimas horas, los efectos comenzaban a desaparecer.

- ¿Draco?-preguntó Snape sorprendido.

Destinado O Considencia??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora