Capítulo 17
-¿Qué necesitas del supermercado?
-¿Del super? Pues... no se...
-Vamos hacer una lista.
-Alba, puedo ir yo esta tarde...
Le sonreí mientras ella seguía apuntando cosas en una pequeña libreta sentada en mi cocina. Había decidido quedarse unos días, haciendo caso a Malú. Ella me dejó en casa un par de horas antes, después de darme la alta en el hospital.
-De eso nada. Voy yo...
-Alba...
-Leche, huevos, algo de carne...
-Alba.
-Creo que está todo.
Se levantó de la silla, y antes de que diera un paso más, me acerqué, e hice que me mirase a los ojos. Aun no lo había hecho, tenía que enfrentarse a mí, a la verdad, le sonreí cuando me miró, y le abracé, fuerte.
-Estoy bien... (Le susurré)
Me abrazó aún más fuerte, y noté como una lagrima suya mojaba mi cuello, y le besé la cabeza, mi amiga, siempre tan valiente, tan fuerte, y aquí está, mi pequeña.
-Lo siento mucho... (Dijo con un hilo de voz)
-¡Ey! (Dije separándome ella para mirarle la cara) No tienes que sentir nada. A sido mi cuerpo, quizás el destino no era este, quizás es una señal...
-¿Una señal? (Dijo extrañada)
-Sí. Voy a tomármelo como una señal. No era el momento. No voy a hundirme, no quiero volver a ser pequeña, no quiero huir. (Sonreí mientras le secaba las lágrimas de sus mejillas) Quiero ser valiente, y libre, libre por fin.
Me sonrió y volvió abrazarme, pero esta vez con orgullo, así lo sentí.
-No hace falta que te diga, que estoy aquí, para todo, ¿verdad? (Dijo aun en el abrazo, mientras yo asentía) Bueno... Y estoy segura... que Malú... también...
Me separé de ella mientras se reía, le di un pequeño golpe en el brazo y me sonrojé.
-Anda, ¡tira a comprar!
Esta vez fui yo la que cogí el bolso, y saqué a Alba de casa, las dos sonriendo íbamos andando por la calle, fuimos a comprar y luego a comer. Horas más tarde, después de terminar de arreglar las últimas cosas en la nevera y cajones, nos sentamos cansadas en el sofá.
-Bueno, bueno, bueno, cuéntame más...
Soltó de golpe Alba mientras se colocaba cómodamente en el sofá.
-¿Qué quieres saber que no sepas ya?
-¡Uy! No sé de ti muchas cosas, amiga.
-Dispara.
Se frotó las manos riendo y volvió a mirarme, la observé divertida mientras se colocaba de nuevo en el sofá cruzando las piernas.
-¿Ahora qué?
Levante mis cejas algo extrañada ante esa pregunta que no esperaba, pero claro, viniendo de Alba podía pasar cualquier cosa por su mente y soltarla sin más, sin filtros. Esperé unos segundos por si quería rematar la pregunta, al ver que no decía nada, hablé.
-¿Qué de qué?
-Vanesa. (Sonrió) De... lo tuyo con Malú.
Resoplé y yo también encogí mis piernas en el sofá. La miré y le contesté.
-No lo sé.
-¿Y ya está?
-Ay Alba, no lo sé, no se que pasará...
-¿Pero... quieres que pase algo?
Paré un momento y pensé antes de contestarle, miré el suelo esperando que el parquet me diera una respuesta, volví a mirarla. No lo sabía, no tenia respuesta a eso.
-Solo tengo algo claro... Tenemos que sentarnos y hablar de lo nuestro.
-¡Uuuhh! ¡Hay un 'nuestro'!
Me reí ante las palabras de Alba. Si, había un nuestro, siempre lo había habido. Ahora solo falta saber a dónde vamos con todo esto. Tengo claro lo que siento, pero ¿y ella? ¿Y Gonzalo? ¿Quizás debería dejarle un tiempo? ¿O todo lo contario y tengo que ir para aclararlo cuanto antes? Solo hacia unas horas que nos habíamos vistos, después de dos días duros de hospital, de malas noticias, de horas sin dormir, y ella a mi lado. ¿Qué estas haciendo Vanesa?
-Tierra llamando a Vane...
Noté como una mano pasaba por delante de mi cara, me giré sorprendida y me encontré a Alba observándome.
-¿Estás bien? (Preguntó)
-Si... (Me levanté) Tengo... tengo que irme...
-Pero... (Me imitó y se levantó) ¿Dónde vas?
Cogí mi bolso, el móvil y las llaves del coche, di un paso hacia la puerta, me giré antes de abrirla y contesté a Alba.
-Me voy a hablar con Malú.
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En la cola del viento
Fiksi PenggemarEn la cola del viento... Historia ficticia de Vanesa Martín y Malú. Con total respeto y admiración hacia ellas. Disfrútenla.