Capítulo 2

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Los días pasaban y Jane ya se había acoplado a vivir con Víctor en su casa. No le fue difícil acostumbrarse a vivir tan cómodamente puesto que su procedencia le daba esa ventaja.

Victor le daba sus "tareas" que básicamente eran reparar los nervios de distintos órganos. Ella obedecía sin replicar, aunque sinceramente ella no comprendía para qué utilizaba esos organos, pero nunca tuvo el valor de preguntar

Una noche, Víctor se encontraba en el sótano mientras Jane trabajaba. De repente la castaña lo escuchó hablar mientras éste salía del sótano

-Vistete con la ropa más hermosa que tengas, mi querida. Saldremos- dijo Victor con una sonrisa acentuada-

-¿Saldremos? Pero ¿A donde?- preguntó ella confundida

-A un club así que ponte algo lindo- dijo Victor y se dirigió a su habitación dejando a la chica sola y confundida

Jane fue a su habitación y se dedicó a arreglarse para ir al dichoso club que mencionaba Victor. Antes había ido a muchos lugares así, pero ahora no se sentía con la seguridad que solía tener. Había pasado mucho tiempo...

*********

Llegaron al lugar y la castaña pudo notar una gran cantidad de gente entrar al club. Ver aquello le provocó nostalgia, extrañaba a su familia a pesar de todo pero ellos había sido muy claros cuando dijeron que ella había sido una deshonra y que no la querían volver a ver. Una pequeña pero visible lágrima se asomó por el ojo izquierdo de la chica y se deslizó por su mejilla, Victor se percató de eso y la miro confundido ya que, él no estaba acostumbrado a demostrar mucho sus emociones

-¿Que pasa, Jane?-

-A veces pienso que hubiese sido de mi vida si me hubiese casado con ese hombre- dijo cabizbaja -mi familia me echó por eso-

Victor recordó muy bien el día que Jane le contó las razones por las que estaba en la calle

***Flashback***

-Dime Jane. Si eras una joven tan rica y procedente de una buena familia, ¿Por que te echaron?- preguntó Victor mientras cenaban

Él notó como la chica se tensaba ante tal cuestionamiento pero después de un largo suspiro, ella dejó los cubiertos a un lado y comenzó a hablar

-Mis...padres eran personas a las que no les agradaba que les cuestionaran nada. Mucho menos yo. Un día, llegaron muy entusiasmados diciendo que por fin habían encontrado un buen esposo para mí, la idea no me entusiasmó, si te soy honesta Victor. Yo soñaba con casarme con alguien a quien verdaderamente amara, no quería casarme con alguien por obligación, así que les hice frente a mis padres y les dije que no me casaría con ese hombre. Reaccionaron peor de lo pensé. Dijeron que tenía que hacerlo pero me rehusé así que dijeron que no permitirían tener una hija tan insolente y me corrieron de mi hogar. Recuerdo muy bien las palabras de mi padre antes de cruzar la puerta, "no puedo entender qué hicimos para merecer una hija así, vete, que has deshonrado a esta familia. Ni pienses en volver por que no queremos volver a verte"- contó la chica con una pena tan visible, tan clara, que las lágrimas no tardaron en aparecer -el que yo me haya rehusado a casarme era para ellos un acto de insolencia y rebeldía. No pudieron soportarlo. Estuve meses vagando sin rumbo hasta la noche que me encontraste, Victor. Creo que de no haber sido por ti estaría muerta.- dijo la castaña con agradecimiento.

Victor comenzó a procesar toda la información que había recibido y de cierto modo comprendió a Jane. Él sabía más que nadie lo que era fallarle a tu familia y que ellos te menospreciaran por eso. Tragó saliva y sólo la miró. Al terminar la cena ambos se dirigieron a sus habitaciones sin decir nada.

***Fin del flashback***

Victor la miró y sólo se limitó a decir

-De haber sido así habrías sido infeliz. Además no me habrías conocido- dijo con sinceridad y un ligero toque de arrogancia, su mirada seria ya era normal para Jane, al menos la mayoría del tiempo

Ella sonrió un poco y se preparó para entrar. Recordó todas y cada una de las fiestas a las que había ido y eso de cierta forma le ayudó a tranquilizarse de sobre manera. Se sentaron en una mesa casi en la esquina y en cuanto tomaron asiento Victor comenzó a interceptar al joven que venía con las bebidas para tomar un vaso y servirlo con whiskey.

Jane miraba como la gente bailaba y algunos sólo bebían. Jane se levantó para poder admirar todo desde la parte de arriba y allí se encaminó

Una vez arriba solo observaba, contemplaba todo, personas, arquitectura, cualquier cosa le parecía hermosa y llena de nostalgia. De pronto un joven se acercó a ella con intención de pretenderla. Si tan solo supiera...

-Me interesaría cuestionar ¿por que una dama tan hermosa como usted se encuentra sola?- dijo el hombre con una sonrisa coqueta

-En realidad no vengo sola, sólo vine aquí a pensar un poco- contestó Jane fijando sus ojos en Victor quien se encontraba ya algo ebrio corrigiendo cualquier pensamiento de la gente a su al rededor

-No no ¡no! ¡Es mentira! Esta mujer parece creer que el cerebro humano es rosado. De echo ¡es gris! Gris como esta ostra y punto.- escuchó decir a Victor mientras sostenía una ostra en la mano y la mostraba a la gente para después arrojarla al suelo sin más

-Madame, digame por favor que ese tipo que está allá no es su acompañante- dijo con arrogancia el hombre que aún no se movía de su lugar mientras señalaba a Victor

-Sí, lo es- dijo ella un poco harta, le molestaba la presencia de ese hombre y quería que se fuera lo antes posible

-Él es muy poco para usted, madame- dijo el joven, cosa que molestó a Jane

-"Él" es un hombre bueno, bondadoso e inteligente y la gente común le parece un poco...-

-Ordinaria- completó Victor que sin saber cómo ya se encontraba al lado de Jane viendo al hombre mas serio de lo normal y con suma molestia -Jane, nos vamos- dijo y sin más salieron del lugar

**********

-¡¡¿QUE FUE LO QUE TE DIJO ESE TIPO?!!- gritó Victor una vez afuera, Jane se asustó, jamás había visto a Victor tan molesto

-No me dijo nada, Victor- dijo ella con seguridad

-No quiero que vuelvas a hablar con ese hombre- ordenó Victor con llamas saliendo de sus ojos

-No te preocupes, no lo haré- aseguró Jane con determinación

Extrañamente, la cara de Victor cambió radicalmente mostrando una gran sonrisa

-Muy bien, ahora tenemos que volver a casa. Esto no fue sólo por mera frivolidad, esta era una celebración, creo Jane, que es tiempo de que conozcas a nuestro monstruo- dijo y la tomó con cuidado del brazo para irse a casa. Hoy Jane conocería la verdad sobre qué estaba haciendo en ese lugar.

Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora