Capítulo 18

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-¿Que?- preguntó atónita la castaña sin poder creerlo, es más, de no haber estado de frente a Victor habría jurado que escuchó mal

-Lo que escuchaste. Estas embarazada- respondió Victor conteniendo la emoción como sólo él sabía hacerlo, se mostraba tan tranquilo que si Jane no lo conociera diría que realmente le daba igual, pero ella sabía que no era así

-Ahora en adelante me encargaré yo de todo y tú reposaras- acató Victor, cosa que Jane no estaba de acuerdo en lo más mínimo, quería ayudar sino se sentiría una carga y no quería serlo

-Victor puedo hacer cosas, no estoy paralítica o en coma- dijo la castaña en un intento por convencerlo

-Tienes que descansar, no quiero que me desobedezcas- gruñó Victor mientras se ponía de pié y se acercaba a la puerta -quedate aqui, te traeré algo de comer- exclamó un poco más calmado y salió de la habitación

Jane reposo su cabeza en la suave almohada mientras analizaba todo lo que había pasado

Cuando pasó lo de Finnegan ella no creyó nunca que volvería a confiar en la gente, sin embargo Victor estuvo ahí para ella y no se arrepentía para nada de lo que había pasado aquella noche en esa misma habitación

El sólo echo de recordar las suaves manos de Victor acariciarle la cara mientras le sonreía la hacia sonrojarse, apesar de que ya haya pasado un mes de esto

Inconscientemente pasó una mano por su vientre, aquel pequeño ser que estaba creciendo ahí era el fruto del amor que sentía por Victor y que Victor sentía por ella

Una lágrima se deslizó por la suave piel de su mejilla, ella la secó rápidamente e intentó ponerse de pie pero un mareo la invadió cuando sus pies tuvieron contacto con el suelo, haciéndola retroceder y caer en la cama de nuevo

A Jane no le quedó mas remedio que recostarse de nuevo. Pasaron unos minutos cuando Victor entró por fin de nuevo a la habitación con una pequeña charola con comida

Jane no tenía hambre en realidad pero no quería despreciar a Victor, le sonrió tiernamente y tomó un poco de alimento para probarlo

(Nota de la escritora: PONGAN SUMA ATENCIÓN A LA PARTE QUE SIGUE ABAJO DE ESTA NOTA, SERÁ IMPORTANTE PARA EL FUTURO DE LA HISTORIA)

-¿Sabes? Mi vida no fue buena- comenzó a hablar Victor, Jane dejo la bandeja en el mueble que estaba a su lado y le prestó total atención a lo que Victor quería decir

-¿Te gustaría contarme?- preguntó Jane mientras tomaba la mano del científico

Victor asintió con la cabeza

-Mi niñez fue difícil, Henry siempre fue el orgullo de la familia, mientras que yo sólo era la vergüenza de la misma. Mis padres, y sobretodo mi padre, buscaban cualquier oportunidad para echarmelo en cara. Cuando tuve la madurez suficiente salí de casa, no deje de tener contacto con mi padre pero aún así el no confía en mí- Jane recordó su discusión padre e hijo y le partía el corazón recordar esa bofetada que mandó al suelo a su amado - Con el tiempo comprendí que nadie me amaría, así que forje mi corazón de manera que mi único amor fuera la ciencia, si nadie me amaba no tenía por qué amar a nadie, por eso la gente decía que era extraño, solitario y muchas otras cosas

-¿Por que me cuentas ésto ahora, Victor?- interrumpió la castaña con un cierto tono de interés

-Por que pasé tanto tiempo creyendo que nadie me amaría hasta que llegaste tú, y siento que estos últimos meses he cambiado demasiado. No se si haya sido cierto lo que decían de que era un monstruo, pero contigo no siento ser un monstruo, he cambiado, tu lo has visto. No soy el mismo de cuando te conocí- Victor se acercó a besarla, Jane correspondió dulcemente

Victor salió de la habitación para dejarla descansar un poco más

Jane no entendía aún del todo por qué Victor le había contado su vida, pero algo si tenía seguro; Victor sí había cambiado

Cualquiera se podía dar cuenta, pasó de ser un científico frío, obsesionado con su trabajo y un ego tan alto casi a la altura del cielo a ser un protector, un amante y ahora...un padre

Victor fingía, fingía muy bien, pero en realidad moría de los nervios. ¿Él? ¿padre? El nunca había tenido como tal la presencia de un padre y ahora estaba por convertirse en uno

Él no sentía estar preparado, pero sí tenía seguro que pasara lo que pasara, fuera niña o niño, amaría a esa criatura tanto como amaba a Jane

***Un mes después***

Jane miraba a Victor trabajar en el laboratorio. Por fin lo había podido convencer de que podía moverse y no sólo quedarse recostada todo el embarazo

El vientre aún no se le había abultado, era lógico, apenas y cumplía los 2 meses de embarazo

Victor intentó convencerla de que al menos los primeros tres meses permaneciera acostada pues eran los meses de mayor riesgo

Pero, siendo doctor, investigó cuanto pudo y se basó en sus conocimientos para determinar que en realidad no afectaba a la criatura que Jane se moviera o pusiera de pié así que ya le daba mas oportunidad de caminar y despejarse

Victor miraba a Jane recargada en un muro, observando cada uno de sus movimientos

Eso lo desconcentraba, se acostumbró tanto a ver los ojos achocolatados de la chica que ya no tenerla a su lado ayudándole le hacían sentirse extraño

Victor de repente la volteó a ver por completo y gracias al cielo lo hizo en buen momento

Se giró únicamente para ver cómo Jane caía al piso con una mirada de dolor

Antes de que pudiera desvanecerse Victor la atrapó y al observarla notó que de su vestido sobresalía una mancha roja. Sangre.

-Victor, no me siento bien- exclamó Jane antes de cerrar los ojos inconsciente

-¡Esta abortando!- pensó

La cargo rápidamente y la llevó a la habitación donde podría curarla

Hizo todo lo posible...pero no fue suficiente.

Cuando Jane despertó lo primero que vió fue la mirada perdida de Victor, no la miraba a ella, miraba a la nada. Jane sabía perfectamente que eso no era una buena señal

-¿Victor?- lo llamó, Victor sólo la miró, en su rostro vió tristeza, un dolor tan profundo que hasta ella podía sentirlo

-¿Que pasó con el bebé?- preguntó de inmediato al ver la expresión de Victor

-Tenías...embarazo de alto riesgo- dijo Victor, Jane pensó lo peor

-¿Y?-

-...Lo perdiste- y esa sola frase rompió la voluntad de ambos en mil pedazos

Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora