Capítulo 20

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Tal y como Jane imaginó, las cosas no volvieron a ser las mismas. Victor por supuesto había cambiado y cada vez se alejaba más

Ella también había resentido el golpe pero lo sobrellevaba mejor que Victor

Si bien era cierto que no dejaba de ser atento con ella, sí había cambiado su forma de ser

Más bien cambiar no sería la palabra, regresar era más ideal, porque efectivamente, había regresado aquel científico obsesionado con la vida

Todos los días, sin excepción alguna, se encerraba en el sótano desde muy tempranas horas del día hasta altas horas de la noche y cuando entraba a la habitación, lo único que hacía era desvestirse, cambiarse y acostarse a dormir para que al siguiente día ocurriera exactamente lo mismo

Se había vuelto una rutina, rutina que a Jane no le gustaba

Pasaron días enteros en los que Jane se la pasó encamada y le partía el corazón solo ver a Victor entrar y salir

Quería terminar con eso pero Victor se había vuelto muy hermético

Para Victor, ver a Jane era una tortura, cada que la veía era imaginarse como pudo haber sido su hijo

Así que prefirió dejarle a ella la habitación y mudarse a la que alguna vez le perteneció a la castaña, así no la vería, al menos no tan seguido

Un día por fin Jane pudo ponerse de pié y volvió a la abrumadora tarea de alimentar a Turpin, puesto que todo ese tiempo había sido Victor quien se encargaba de hacerlo, aunque con el tiempo dejó de parecerle abrumador

A veces Jane platicaba con el ex policía cuando iba a alimentarlo, era "el enemigo", y ella lo sabía, pero en él encontraba a alguien bueno para escuchar y a veces pasaba horas desahogandose sobre sus sentimientos y lo que pasaba con Victor todos los días

Turpin, por increíble que parezca, comenzó a tomarle cariño a la chica, y cuando ella se encontraba mal, la consolaba

Jane agradecía de cierta forma eso, pues creía que si no se desahogaba iba a explotar en cualquier momento, como una bomba

-Chiquilla, si te sientes tan mal ¿por que no dejas a Frankenstein y te vas?- comentó Turpin con empatía, al final le parecía una buena chica que se estaba metiendo a la boca del lobo

-Nunca he pensado eso, pero no siento ser capaz de abandonarlo en estos momentos, él está tan o incluso más afectado que yo- respondió Jane con la sonrisa de Victor inundando sus pensamientos

-Todo el mundo sabe que él no es una buena persona, creo que eso hasta tú lo sabes. Jane, se ve que tú eres una buena chica pero te has enamorado de Satanás en persona- restregó el ex policía

Jane pensó un momento lo que Turpin decía, no le gustaba como la trataba, pero ¿abandonarlo? Eso era demasiado cruel, y ella había prometido a sí misma nunca lastimar a Victor, si las cosas seguían así iba a volverse muy difícil mantener en pie esa promesa que antes había echo con tanta disposición

Victor siguió trabajando y cuando Jane no estaba platicando con Turpin iba a ayudarle, que era básicamente todo el tiempo

Por que a pesar de que él se distanciara, a pesar de que ya casi no hablaran, ella seguía ahí, con él, como la primera vez que lo vio triste después de esa visita de su padre, no lo dejó sólo y no iba a hacerlo ahora

Victor, deseoso de poder besarla, entró en desesperación cuando sintió un ataque nuevo de locura invadir su cuerpo, como pudo y sin ser muy agresivo sacó a Jane, preocupado en que si se descontrolaba demasiado podía hacerle daño

Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora