Victor se acercó a la casa de Finnegan echo una furia, parecía que las venas se le iban a salir de la frente y mantuvo los puños cerrados hasta que éstos se tornaron completamente blancos
Recordó cada palabra, cada detalle que Jane le había dado y su furia aumentó aún mas
***Flashback***
Victor aguardó el tiempo necesario para que Jane se calmara y después se sentó con ella en el sofá de la sala-¿Victor?- dijo Jane
-¿Si Jane?- preguntó Victor mirandola directamente a sus hermosos ojos color marrón
-Perdoname, no debí haber salido- dijo entre pequeños sollozos
-¿Jane que fue lo que pasó con Finnegan?- preguntó Victor deseando internamente no saber la respuesta
-Cuando salí estuve caminando mucho rato, pasé por las calles por las que había estado vagando, hasta pasé por la calle en donde nos conocimos, quería recordar ese momento- Victor sonrió ligeramente por eso último -justo cuando iba a regresar a casa, Finnegan me acorraló en una calle y comenzó a besarme- la voz se le cortó a Jane de sólo recordar tan asqueroso momento -estaba ebrio, su aliento lo confirmaba. Ese hombre me...- su voz se ahogó y no pudo continuar hablando
Victor sólo podía abrazarla. Por su mente pasaban muchas maneras de matar a Finnegan, ninguna de ellas le desagradaba.
-Victor, por favor no le hagas nada- el la miró confundido, muy confundido, ella siguió hablando -cuando él terminó...me dijo antes de irse que dejaría de financiar tu proyecto si te contaba. Has luchado mucho por esto como para que lo pierdas por mi- dijo cabizbaja
-Jane, escuchame muy bien. En primer lugar es NUESTRO proyecto, estamos juntos en esto- dijo haciendo énfasis en el "nuestro" -en segundo lugar, yo solo quería sacarle dinero, realmente podríamos hacer a nuestro hombre sin su ayuda- suspiró -Jane, quiero que te quedes aquí, yo saldré a tomar aire- dijo y se puso de pie, Jane sabía lo que realmente iba a hacer y trató de detenerlo
-¡Victor! Se lo que piensas hacer ¡por favor no!-
-Tranquila Jane, sólo quiero respirar aire fresco- Victor estaba fingiendo muy bien, se veía demasiado tranquilo aunque en el fondo quisiera tener el cuello de Finnegan entre sus manos
Jane aún no estaba muy convencida, en ese tiempo viviendo juntos lo había aprendido bien
-Jane, quiero que te quedes aquí y descanses ¿escuchaste? No quiero que me desobedezcas- dijo Victor con un semblante serio, Jane se intimidó ante la fría mirada del ojiazul y asintió sin poder hacer más
Victor salió mostrándose tranquilo al principio hasta que llegó a la calle
***Fin del flashback***
Una vez llegó pidió de una no muy buena manera que le dejaran ver al rubio
Después de esperar unos minutos Finnegan salió
-¿Que se te ofrece, Victor?- preguntó con su ya típico aire de grandeza
Victor al momento de verlo sintió unas horribles ganas de estrangularlo pero se las guardo. No iba a arriesgarse a matarlo en su propia casa con los sirvientes al rededor
-Quería invitarte a tomar un trago, y de paso hablarte sobre algunos detalles del proyecto- dijo haciendo una mueca parecida a una sonrisa
Finnegan no se daba cuenta de que Victor ya sabía lo que había echo con la pobre de Jane, ni mucho menos se imaginaba que él había ido específicamente a matarlo
-Muy bien, vamos-
Ambos salieron del lugar. Una vez estuvieron lo suficientemente lejos Victor tomó del cuello a Finnegan y lo guió hasta la misma calle donde había encontrado tirada a Jane hace apenas unas horas
-¿Que te ocurre Victor? ¡suéltame!- dijo un muy asustado Finnegan
-¡¿Te parece familiar este lugar?!- preguntó pero Finnegan no contestó -¡RESPONDE!- Gritó aún más furioso
-No se de que hablas- dijo Finnegan. Aquella contestación sólo lo empeoró. Los ojos azules de Victor se comenzaron a oscurecer. Eso era una muy mala señal
-¡Eres un maldito mentiroso!- lo tomó del cuello de la camisa -¡Al menos admite lo que le hiciste a Jane!
Finnegan en ese momento sonrió con cinismo
-Sigo sin saber de qué estás hablando- Victor se enfureció aún más y tomó el cuello de Finnegan con sus manos y comenzó a asfixiarlo -Solo toma en cuenta que si me matas te quedarás sin fondos para tu hombre-
-¡No necesito tu dinero! ¡quiero que pagues por lo que le hiciste a Jane!- Victor apretó más sus manos dejando a Finnegan sin posibilidad alguna de respirar
Pasaron minutos, que se sentían eternos y Finnegan seguía luchando por respirar hasta que su agarre se aflojó y sus ojos se cerraron. Sólo entonces Victor lo soltó al percatarse de que Finnegan, indudablemente, ya estaba muerto.
Victor se acomodó la camisa que se le había desacomodado por estar forzejeando con Finnegan y como si nada hubiera pasado partió rumbo a casa
Al llegar lo primero que vio fue la expresión preocupada de Jane que lo esperaba sentada en la sala
-¿Que acaso no te dije que descansaras?- dijo Victor con el semblante serio en cuanto la vio levantarse del sofá
-No podía dormir pensando en lo que estabas haciendo afuera- se sinceró la castaña
-No hice nada malo Jane- dijo con una sonrisa macabra que le causó escalofríos a la chica
-Victor he vivido lo suficiente contigo para saber que eso no es cierto- dijo con un aire de inseguridad
-Tonterías, ya estoy aquí así que ve a dormir. Corre, ha sido un día largo para ti
La chica asintió triste, no sólo había sido un dia largo, había sido un día espantoso para ella.
Cuando Jane se fue a dormir Victor se dirigió a su habitación con la misma intención. Pero le era imposible poder conciliar el sueño
-¿Realmente fui capaz de asesinar?- se preguntaba a sí mismo -Yo no soy un asesino, sólo hice lo que tenía que hacer, si Finnegan no hubiera herido a Jane nada le habría pasado- se consolaba a sí mismo -Nadie se enterará de esto, conseguiré un lugar para seguir con nuestro proyecto y me llevaré a Jane de aquí, nadie volverá a tocarla jamás
Después de eso Victor se relajó lo suficiente para poder dormir, y lo logró
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Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)
Fiksi PenggemarÉl. Un genio demente que sueña con crear vida a partir de la nada. Encerrado en su propio mundo, un hombre atractivo y sumamente inteligente, sin intenciones de crear lazos con nadie. Hasta que la conoce a ella. Ella, Jane Maslow, logrará lo que nad...