Capítulo 13

1.3K 113 39
                                    

El silencio era presente en la habitación, Victor no mencionaba una sola palabra y Jane comenzaba a desesperarse

-¿Y bien?- cuestionó la chica al ver que Victor claramente no tenía intención alguna de explicar nada

-Yo...- comenzó el científico pero no pudo seguir, después de dar un largo y pesado suspiro habló -escucho y veo cosas Jane- la chica no entendió así que se le quedó mirando con confusión

-No entiendo Victor ¿que tipo de cosas son las que ves?- preguntó con interés

-A Finnegan- Jane sintió su cuerpo tensarse al escuchar ese nombre, tan sólo recordarlo le provocaba escalofríos, fue un verdadero animal con ella

-¿A que te refieres con que ves a Finnegan?- la entrecortada voz de la castaña delataba su miedo. Victor suspiró

-Lo veo, a veces esta cerca de mi cama y me culpa de su muerte. Algunas otras veces veo a mi hermano Henry, ambos me culpan de su muerte. Tienen razón...- su voz disminuyó en ese momento y sus ojos azules perdieron el brillo que tanto le gustaba a Jane -¡yo los maté!-

Victor se puso de pie y comenzó a andar por la habitación, Jane en un rápido movimiento capturó sus mejillas entre sus manos y lo obligó a mirarla

-Tu no tienes la culpa de nada ¿está claro?- habló de manera decidida, Jane podría ser una chica dulce y a veces tímida pero cuando algo se le metía a la cabeza no había poder humano que se lo sacara de encima. Victor no respondió, pero tampoco es que fuera necesario, su sola mirada daba a entender que no estaba de acuerdo con ella en lo más mínimo

Victor logró zafarse del agarre de Jane y con una mirada fría se dirigió hacia la puerta, intentaba abrirla para, en términos mas sencillos, correrla de su habitación pero Jane se lo impidió cerrandola de golpe

-No me iré de aquí y lo sabes- la firmeza de su voz sorprendió a Victor, jamás desde que llevaba viviendo con él le había hablado de esa forma

-Es lo mejor- intentó abrirla de nueva cuenta, y de nueva cuenta Jane se lo impidió

Victor intentaba quitarla para poder abrir la puerta, pero el resultado no fue el que él esperaba, Jane lo tomó del cuello de la camisa y lo beso tan apasionante, tan profundo, que el que se sintió mareado con el beso fue Victor

La mente de ambos se nublo con la intensidad de ese beso que en cuestión de segundos ambos estaban correspondiendo

A pasos lentos se dirigieron a la cama sin cortar en ningún momento el beso

Victor cayó encima de Jane sobre la cama, su barba le hacía cosquillas, era algo que a Jane le gustaba mucho, el poder sentir la barba de él haciéndole cosquillas por la cara

Victor comprendió entonces lo que estaba a punto de hacer así que cortó el beso abruptamente y se alejó de ella como si de un ser venenoso se tratase

Jane tardó varios segundo en poder recobrar el sentido, apenas reaccionó buscó con la mirada a Victor quien la veía desde el otro extremo de la habitación

-¿Que pasa?- preguntó al ver cómo había reaccionado

-¡Esta mal lo que estoy haciendo!, ¡esta mal lo que estoy haciendo!- repetía una y otra vez con la mirada perdida y las manos tomando agresivamente su cabello, como si quisiera arrancarlo de los nervios

Jane bajó de la cama y se acercó a él de manera insegura y comprensiva

-¿Quieres decirme por qué está mal?- interrogó con una voz tan dulce que Victor pudo haberla descrito como la voz de los mismísimos ángeles, si creyera en ellos por supuesto

-¿De verdad estás segura de hacer esto?- la duda en sus ojos no se hizo esperar, mientras que Jane por otro lado lo miraba enternecida, ella lo sabía, sabía que Victor no sólo era frío y lo demostraba una vez más al tener ese comportamiento. Él sabía perfectamente cuánto había sufrido por su caso de violacion así que respetaba si ella no quería hacerlo. Pero Jane ya había sanado su corazón de todo tipo de rencores, si bien el dolor que sintió tanto física como psicológicamente fue casi insoportable, había aprendido a una corta edad a perdonar a todas aquellas personas que le habían echo daño, comenzando por sus padres. Perdonar de alguna manera le ayudaba a vivir de manera más libre, se liberaba, por eso se habia liberado de Finnegan hacia un tiempo, así es que sí, estaba lista, no le cabía duda alguna, amaba a Victor

-Estoy segura- Jane le tocó la mejilla con su mano derecha mientras que con la izquierda tomaba una mano de Victor y la besaba con ternura

Con su mano derecha que aún seguía en la mejilla de Victor aprovechó la oportunidad para atraerlo de nuevo a su rostro y besarlo. Se dirigieron de nuevo a la cama y en medio de besos se despojaron de sus prendas

Las manos de Victor acariciaban el palido cuerpo de Jane mientras sus labios se dirigían a los lunares de la castaña que se encontraban en el cuello y los hombros principalmente

Jane por otro lado, aparte de responder a esas caricias, miraba fijamente a Victor, recordaba la primera vez que lo vio, en ese momento pensó que no había visto a un hombre tan atractivo en su vida como él, ahora no le cabía duda alguna

Si alguna vez Jane tuvo miedo de que alguien le hiciera daño, Victor por ejemplo, ese miedo se desapareció con las caricias que él le proporcionaba. El hombre poseía unas manos tan suaves que parecía que su piel era tocada con la más fina de las sedas

Nunca en su vida se había sentido tan amada, ni sus padres le habían brindado tanto amor. Victor era diferente, aunque a veces era frío, distante y cortante como en esos últimos días, también era la persona más dulce y protectora que haya conocido jamás

Jane en ese momento supo que no dejaría ir a Victor nunca. Y Victor pensó igual

Aquella noche ambos corazones se fundieron para hacer uno solo, al igual que sus almas.

Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora