Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)

Capítulo 14

Jane despertó al alzarse el sol

Intentó levantarse pero un fuerte brazo la retenía, se giró para ver quien era y al ver a Victor durmiendo plácidamente a su lado recordó todo lo ocurrido la noche anterior

Sus mejillas se tornaron completamente rojas casi al instante

Con mucho cuidado apartó el brazo de Victor y fue a su habitación donde pudo vestirse

Se quedó en su habitación durante un rato hasta que escuchó pasos ir hacia donde ella se encontraba. Obviamente supo que se trataba de Victor

Cuando las mejillas de la chica empezaban a tomar su color original se abrió la puerta dejando ver a un Victor con una enorme sonrisa, claramente estaba feliz y ambos sabían el por que

-Buenos días Jane- saludó de manera cordial, algo que se habría considerado raro pero, a estas alturas, ya no era el mismo Victor frío de antes, así que Jane no se sorprendió en lo absoluto

-Buenos días Victor- saludó sin siquiera mirarlo a los ojos, se notaba nerviosa y ¿como no estarlo? ¿como seguiría el proyecto con él sin recordar la noche anterior? Tan pronto empezó a pensar en eso sus mejillas recobraron el color rojizo de hace unos momentos. Victor al verla sólo soltó una sonora carcajada

-¿Como dormiste?- cuestionó con una pícara sonrisa, sabía que Jane se encontraba incómoda; sólo lo hacía para incomodarla aún más, y Jane lo sabía

-Bien ¿y tu?- preguntó de vuelta. Mientras ella sentía morirse de la vergüenza él se encontraba perfectamente tranquilo así que decidió molestarla un poco más

-Un poco mal, como sabrás dormí poco, estuve ocupado toda la noche- Victor le guiñó el ojo mientras que Jane lo miraba mal

Después de esa interesante pero intensa plática de la mañana ambos se dedicaron a sus actividades, la de Victor obviamente era el proyecto, el cual aún no acababan. Jane la mayoría del tiempo le ayudaba, pero en ocasiones cuando no estaba haciendo gran cosa se dirigía al lugar donde Victor subía a pensar. En otros casos salía del castillo admirando el prominente mar

Si hubiesen estado en otras circunstancias, la sóla idea de salir del castillo le repudiaria, pero desde hace mucho tiempo había perdido el miedo a salir

En primera estancia, sabía de antemano que Victor siempre la protegería, pues muchas veces se lo había demostrado; en segunda, el castillo estaba en medio de un bosque, donde a simple vista no podía verse ningún pueblo cercano, en teoría estaban completamente ocultos. A menos que alguien supiera la ubicación exacta no tenían nada que temer...o eso creían

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Mientras tanto, Turpin se encontraba en ese preciso momento completamente furioso, a bordo de un carruaje, en camino al castillo donde él habia averiguado se hallaba la pareja fugitiva

¿Por que el motivo de su enojo? En realidad era muy simple; el carruaje había quedado atascado en el camino, una de las llantas había sido tragada por una gran extensión de lodo

Bajó del carruaje soltando maldiciones de todo tipo (cosa irónica sabiendo lo creyente que era) y con sus propias manos, sin ningúna molestia al ver como su ropa comenzaba a ensuciarse empujó de él con ayuda del chofer...sin éxito alguno

-No cabe duda Frankenstein, tienes un pacto con Satanás- murmuró por lo bajo -pero juro por Dios que ésto no impedirá que te encuentre- y siguió intentando mover el carruaje por aproximadamente una hora más

-Señor deberíamos dejar esto aquí- sugirió el hombre -está aproximandose la noche. Si de verdad necesita llegar allá sugeriría que fuera a pié, mas debo informarle que aún falta un largo recorrido para llegar al lugar que usted quiere, no conozco la ubicación exacta desde luego pero tan sólo mire a su al rededor y notará que no se ve nada a lo lejos por lo que asumo falta mucho para llegar. Pienso que deberíamos buscar el pueblo mas cercano y pedir ayuda para sacar el carruaje por que, lamento sonar tan pesimista pero sólo nosotros dos no podremos sacar el carruaje- intentó convencerlo pero era inútil, Turpin lo que quería era encontrar a Frankenstein y a Maslow y nada lo detendría hasta lograrlo

-Dejelo así- cortó de repente Turpin -no se preocupe por mi, puedo ir a pié-

-Señor le tomaría días llegar allá-

-¡HE DICHO QUE QUIERO IR A PIÉ!-

El hombre dió un pequeño salto a causa de la impresión que le provocó el grito

-De acuerdo señor, no tiene que enojarse de esa manera. Lamento hacerle esto pero tengo que volver, tendrá que ir sólo; espero no le moleste-

-No, no me molesta en absoluto- respondió con la mirada en el paisaje, intentando desesperadamente encontrar algo que le indicara donde se hallaba Frankenstein

-De echo me molesta su presencia, me sentiría mejor si voy solo- habló en voz baja para que éste no pudiera oírlo

-Muy bien señor, me despido entonces- exclamó el robusto hombre y a paso un tanto veloz se alejó, Turpin casi podría asegurar, sin temor a equivocarse, que el hombre se alejó con miedo, le había asustado el comportamiento del ahora Ex policía pero a él le daba totalmente igual

A paso seguro caminó y caminó, sin rumbo fijo en realidad, buscando sólo algo, un pequeño indicio que le indicara donde estaba la pareja "alejada de la mano de Dios" como él solía decirles

Tal vez el hombre tenía razón, llegar le podía tomar días, pero en realidad no le importaba, su obsesión ya era grande como para detenerse ahora, estaba dispuesto a encontrarlos, costara lo que costara

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Jane estaba en el laboratorio, si podría decirse así el lugar donde estaba. Se hallaba trabajando. En ese momento estaba estudiando los tejidos de la piel y que nivel de intensidad tendría que tener el rayo para que pudiera traerlo a la vida sin despedazarlo o hacerlo cenizas

Victor entró de repente para decirle que tenía que ir a cenar por que ya era tarde, la chica no comprendió y al ver la hora se asustó...¡eran las once de la noche, vaya que era tarde!

La castaña se disculpó por haber perdido la noción del tiempo y rápidamente fue a cenar con Victor pues él tampoco había cenado por estar esperando por ella

Cuando terminó la cena Jane se dirigió a la habitación de Victor (donde ya dormía casi siempre básicamente). Se sintió más aliviada de que todo se hubiera solucionado, todo volvía a la normalidad

Cuando Victor la abrazó acercándola a su cuerpo Jane cayó en un muy profundo sueño