ADVERTENCIA: EL SIGUIENTE CAPÍTULO PUEDE HERIR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR, SI ERES UNA PERSONA SENSIBLE POR FAVOR NO LEAS EL CAPÍTULO, Y PARA QUIENES LO LEAN, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN. GRACIAS.
Jane se despertó con un dolor de cabeza horrible. Resultado de todo el alcohol que había bebido junto con Victor, quien se sentía exactamente igual o incluso peor
Se levantó con gran dificultad y fue a darse una buena ducha. Al salir de la ducha se sintió mucho mejor
-Victor, quería pedirte permiso para salir- dijo Jane durante el desayuno. Victor alzó la mirada hacia ella
-¿A donde irás?- preguntó serio
-Solamente me gustaría ir a caminar, si no te molesta claro- contestó
-De acuerdo pero no quiero que vuelvas tarde o saldré a buscarte-
-Gracias Victor- sonrió Jane y siguieron desayunando
Rato después Jane salió a la calle como había avisado a Victor quien, a pesar de mostrarse serio como siempre, tenía un mal presentimiento, pero la chica hacia un magnífico trabajo, dejarla salir era lo menos que podía hacer. Era un descanso que de verdad se merecía.
Jane recorrió las calles de Scotland Yard con suma alegría. Amaba estar en casa con Victor pero de vez en cuando necesitaba un poco de aire fresco
Pasó por las calles por las que había estado vagando por meses y un escalofrío recorrió la espina dorsal de la chica al recordar el infierno que vivió mendigando por comida
-¿Como puede ser que un solo hombre haya podido cambiar mi vida de esta manera tan impresionante- pensó
Al pasar por una calle para regresar a casa se encontró con nada más y nada menos que Finnegan quien le sonrió y la fue siguiendo, acto que no sólo desconcertó a la chica sino que la asustó
La acorraló en una calle y la aprisionó contra una pared poniendo sus brazos al rededor de ella para que no escapara
-¿Que es lo que hace? ¡Suelteme!- exigió Jane al ver a Finnegan aún sonriendole de esa manera que le daba tanto asco
-La última vez que nos vimos dije que eras hermosa ¿lo recuerdas- preguntó ignorando por completo el miedo de la castaña -¡Vamos no seas tan maleducada! Deberías tratarme mejor, después de todo yo soy quien está le está pagando las locuras a tu protector
-¿Esta ebrio?- preguntó ella mientras hacía un esfuerzo inhumano por no vomitar por el putrefacto olor a alcohol que emanaba de la boca de Finnegan
-No tomé mucho, ¡estoy perfectamente!-
-¡Suelteme o le juro que gritaré!- dijo desesperada y al borde del llanto
-¿Quien podría ayudarte Maslow? Recuerda que vengo de la tercer familia más rica de todo Londres y a tus padres, la familia más poderosa de todo Londres les dejo de importar su hija hace mucho-
Jane lloraba desconsoladamente mientras intentaba soltarse a toda costa de ese monstruo quien sólo la examinaba con ojos de lujuria y deseo, aumentando el temor de Jane.
No quería que su primera vez fuera así, si no aceptó casarse fue por que no amaba a ese hombre, mucho menos le hubiera entregado su pureza, quería hacerlo con alguien que realmente amara...no ahora...no así.
Finnegan cual bestia comenzó a quitarle la ropa hasta el punto de rompersela. Jane sólo podía llorar
Sus sollozos eran tan desgarradores que podían hacer llorar hasta la persona que está escribiendo estas líneas en estos momentos
-Ayudame Victor...- rogaba internamente, lo llamaba en gritos silenciosos pero Victor no estaba ahí y ocurrió...
Ese monstruo la violó. Se sentía tan sucia, ultrajada. ¿Como iba a poder ver a Victor a los ojos después de eso? Recordaría el rostro de Finnegan por siempre, en cada cara, en cada esquina
Una vez acabado su atroz acto Finnegan se fue como si nada hubiera pasado
-Ah, antes de que me vaya Jane sólo quería decirte. Si me acusas, dejare de financiar el proyecto de Victor, de ti depende si quieres que el cumpla su "destino" como así lo llama- dijo con una sonrisa burlona y se marchó
Jane se quedó tirada en la acera. Escuchó gritos y la voz dueña de esos gritos se le hizo muy familiar
-¿Victor?- preguntó en un hilo de voz, ya no tenía fuerzas ni siquiera para gritar, estaba demasiado débil
La chica se desmayó sin poder decir nada más, pero claramente sintió unas fuertes manos cargándola antes de caer inconsciente
*************
-¿Jane? ¡Jane! ¡Vamos despierta!- Jane podía escuchar una fuerte voz a lo lejos, era de Victor, reconocería esa voz en cualquier parte
Fue abriendo los ojos poco a poco y se encontró con el rostro preocupado de Victor
-¿Que te pasó Jane? ¿Estas bien?- preguntó el científico al percatarse de que había ya despertado
-¿Victor? ¿Donde estoy?- preguntó aturdida ¿había sido eso un sueño? ¿un espantoso y horrible sueño? Ella mantenía la esperanza de que así fuera
-En casa, estas en casa- contestó él
-¿Que ocurrió?- preguntó una vez más
-Cuando saliste te tardaste demasiado así que salí a buscarte como había dicho- sus profundos ojos azules se oscurecieron de repente y después de un largo suspiro siguió hablando -te encontré en un callejón, tenías la ropa rota y sucia. Estabas muy débil y al borde del desmayó, te traje inconsciente hasta aquí-
Solo entonces Jane cayó en cuenta de que no había sido un sueño, de verdad Finnegan había...había....¿como iba a decírselo a Victor? Sin dinero ni recursos Victor no podría seguir con su proyecto, su hombre que tanto soñaba. Jane estaba indecisa si decirle la verdad a Victor o no pero de tan sólo recordar ese abominable momento en el que Finnegan le había arrebatado lo mas valioso que tenía, comenzó a llorar de nuevo. Se recargó sobre el pecho de Victor quien se quedó inmóvil ¡el jamás había consolado a nadie en su vida! Sin saber muy bien cómo o por qué abrazó lo más fuerte que pudo a la chica
-Jane tienes que decirme que fue lo que pasó- susurró Victor al oído de Jane quien seguía aferrada a los brazos de Victor como si tuviera temor de soltarlo
Ella entre sollozos sólo pudo decir una palabra
-...Finnegan...- Y esa sola palabra bastó para que Victor se imaginara lo peor
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Devuelveme El Alma (Victor Frankenstein)
FanfictionÉl. Un genio demente que sueña con crear vida a partir de la nada. Encerrado en su propio mundo, un hombre atractivo y sumamente inteligente, sin intenciones de crear lazos con nadie. Hasta que la conoce a ella. Ella, Jane Maslow, logrará lo que nad...