Tony (I/I)

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Tus tacones resonaban por los pasillos de tu edificio, tu secretario te seguía el paso como podía mientras te leía tu agenda, tenías la cabeza en alto y tu mirada despiadada estaba fija en el frente.

–La Dra Cho envió los reportes de las nuevas arcas de reparación–Dijo suavemente.
–Perfecto, envía el reporte a mi oficina, ¿Algo más?–respondiste fríamente.
–Uh...Madam, E-el señor Stark vino ayer cuando usted se fue–dijo con temor.

Te detuviste en seco y sin voltearte te dirigiste a tu secretario.–¿Qué quería?–preguntaste con la mandíbula apretada.
–Nada, Uh-el solo dejó una carta en su escritorio–respondió casi como un susurro.
–Maldita sea–murmuraste mientras comenzabas a caminar rápidamente hasta tu oficina.

Llegaste a tu escritorio y sobre este había un sobre negro con letras doradas, te sentaste, lo tomaste y lo abriste, comenzaste a leer.

Querida víbora;

Sabes que no me agradas, ni siquiera un poco, pero gracias a tu estúpida tecnología el capitán esta vivo, así que me veo en la maldita obligación de invitarte a la fiesta que daré en honor a la victoria que alcanzamos.

Con amor
Tony Stark.

Pd: confió en que me odies tanto que decidas no mostrar tu lindo rostro por aquí.

Terminaste de leer y esbozaste una sonrisa, obviamente irías solo para molestarlo, al fin y al cabo eran enemigos naturales.

Tu tratabas de conservar la vida y él solo buscaba formas de destruirla, tu eras casi tan rica como él gracias a la empresa que tu padre había creado, de la cual tu te habías hecho cargo desde que tenías quince años, mientras Tony Stark jugaba a ser un héroe tu estabas creando las arcas de regeneración para salvar vidas.

Una vez habían tenido algo similar a una relación, pero terminaste todo, al parecer el siempre creyó que  lo odiabas y  probablemente le rompiste el corazón, pero era lo mejor para él, a pesar de que, en vez de terminar bien, terminaron odiandose.

La fiesta era esta noche por lo que decidiste ir directo a comprar un vestido, afortunadamente tenías tiempo.

Hablaste con tus amigos en cada casa de modas, buscando por el conjunto más hermoso y elegante que tuvieran, hasta que encontraste el perfecto, era un vestido negro ceñido al cuerpo con pequeños detalles en color sangre, tenia tirantes medianamente anchos, la espalda cubierta y el escote tenía corte de corazón, te llagaría un poco más arriba de la rodilla, los tacones eran aguja de punta redonda, de un color negro brillante, con una cinta color hueso en la hebilla, la cinta estaba cubierta de pequeños rubíes, lo compraste sin pensar en el precio, obviamente no sería un problema después de todo.

Esperaste tranquilamente que pasará el día. Donatella fue tan amable de enviarte el conjunto apenas lo compraste y por ende llegó a ti en un par de horas, saliste de tu oficina con las bolsas negras de Versace.

Entraste a tu Automóvil y tu chofer te llevó a tu hogar.
Cuando llegaron aparcó en la entrada y tu te bajaste, le hiciste una seña y el se fue.

Entraste a la enorme mansión, subiste el ascensor y caminaste hasta tu habitación, te despojaste de tus tacones y de tu vestido y te metiste a bañar.
Cuando terminaste saliste con el cabello seco Al igual que tu cuerpo.
Te pusiste tu ropa interior, rociaste perfume en partes específicas de tu cuerpo y luego comenzaste a maquillarte, te pusiste tu vestido, te quedaba perfecto, después te pusiste los tacones, arreglaste tu cabello y te diste una última mirada en el espejo, sin duda estabas vestida para matar.

Marvel:One-Shots (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora