Steve (III/?)

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Después de un rato ella se levantó y el la dejó usar su ducha.
Mientras se duchaba buscó entre sus cajones y le dejó un cambio de ropas.
Se recostó en su cama. No se dio cuenta cuando se había dormido, pero se despertó cuando sintió un par de brazos enrollarse en su cuerpo, se volteó y la abrazó mientras comenzaba a sollozar.

Ella estaba tratando de calmarlo.
No quería dejarla ir, no podía.
Pero algo en el ambiente había cambiado, pudo jurar que vio partículas negras flotar como si de tentáculos se tratase. Se volvió incluso más extraño cuando sintió partes de su cuerpo ser tocadas por dichas partículas. A pesar de la oscuridad en la que se encontraba la habitación, pudo ver de donde salían las finas líneas de humo.
Ella estaba envuelta en ellas, salían de sus manos mientras acariciaba su cabello para calmarlo. De sus labios cuando le susurraba palabras para hacerlo sentir bien y de sus oscuros ojos que lo observaban con tanto afecto. No era aterrador, no podía serlo cuando ella hablaba con tanta calma.
Pronto comenzó a caer en la cuenta de que el humo se sentía real en su piel, como caricias carentes de calor.
Giraban y se enredaban como si fueran plantas creciendo, como si estuvieran vivos.

Ella suspiró.

Y-yo ya no soy humana–dijo poniendo un alto a sus caricias.
Se levantó apoyándose en las palmas de sus manos.
No se había dado el tiempo de observarla con detalle hasta ese momento. Sí, había visto su sonrisa cálida, pero no Los colmillos demasiado afilados o los labios demasiado largos. Se había perdido en la calma que transmitían sus ojos, pero no se había fijado que había más que un par y ahora se daba cuenta que no era sólo el humo después de todo.

Después de sentir sus ojos sobre ella, bajó la mirada y se arregló un mechón de cabello con vergüenza.
Después de unos segundos de vacilación tomó sus manos.–No me importa lo que seas. Cometí el error de dejar que el miedo me consumiera, no lo haré de nuevo.
Ella alejó sus manos y se levantó repentinamente, el humo seguía sus movimientos.–Sólo vine a despedirme.–dijo mientras se abrazaba a sí misma.
–¿Qué quieres decir con eso?¿No te quedarás?.
–N-no puedo Steve, no aún.
No podía estar pasando.
–¿Por qué?.
–Tengo asuntos que atender.
Se mordió el labio para retener las lágrimas.–P-pero apenas te recuperé.
Se sentía tan indefenso como un niño pequeño, una lágrima recorrió su mejilla y la secó rápidamente con el dorso de su mano.
Todos sus ojos se abrieron de par en par y los rastros de humo se volvieron más intensos, caminó rápidamente hasta él y lo tomó de los hombros.
–Steve, debes entender.
–¡No!. ¡Tu tienes que entender!. Moriste y fue mi culpa–te enterraron y todo lo que hice fue ahogarme en arrepentimiento porque te traté muy mal y no te lo merecías. Me encerré por días porque no sabía lo que sentía y sigo sin saberlo pero ahora estas aquí y te quieres ir y no puedo aceptarlo porque tengo miedo.–dijo rápidamente sin siquiera respirar mientras sentía el pánico volver a incorporarse a su ser.

Ella respiró hondo y lo abrazó, el humo lo envolvió en una leve calidez.–No me iré para siempre, te prometo que volveré pronto. Debes entender que tengo que hacerme cargo de las cosas que mi padre liberó.
–¿Tu padre?–preguntó mientras sentía como sus ojos se cerraban.
–El monstruo.
–¿Por qué tu?.
–Porque si ustedes tratan de enfrentar los horrores que el monstruo liberó, morirán.
Sus ojos estaban cerrados y cada vez se sentía más relajado.–Hemos enfrentado monstruos del espacio, robots y dioses.–dijo casi como un susurro.
–Trataron de enfrentarse a mi padre y casi mueren todos, a pesar de que estaba débil. Ni siquiera los más fuertes del equipo podrían acercarse a una pesadilla y vivir para contarlo.
–¿Pero tu si?.–murmuró mientras sucumbía al sueño.
Ella acaricio su cabello.–Fui criada entre ellas, si no puedo matarlos puedo controlarlos.
–Mhm.
Ella sonrió y lo llevó hasta la cama con ayuda del humo. Para cuando los hilos negros lo liberaron en su cama ya estaba dormido.
Ella se acercó y dejó un beso en su frente mientras las columnas de humo acariciaban su mejilla.–Si alguna vez te sientes perdido o en peligro él te ayudará.
Su mirada se dirigió a un punto en la habitación.–Cuando se sienta sólo se su compañía, si se encuentra en peligro se su guardián. Serás la luz que lo guíe a través de la oscuridad, serás la sombra que lo acompañe en la luz, serás su amigo, su guardián. Su leal protector hasta el final de sus días.–Por favor cuida de el.–dijo para luego desaparecer entre una nube de humo negro.

Steve dormía plácidamente mientras del punto más oscuro de la habitación algo comenzaba a arrastrarse.

Hey soy yo de nuevo y es esta serie de nuevo también.
Solo quedan un par de capítulos para que se termine y ustedes me conocen, no hay finales felices aquí.
Espero que les haya gustado❤
(Las peticiones siguen cerradas y probablemente no aceptaré más)
Qata fuera 10-4

Marvel:One-Shots (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora