Marvel:One-Shots (Finalizada)

Alex (I/I)

Te estaba mirando de nuevo, no sabías si esta vez era con asco o simplemente desagrado, pero lo estaba haciendo y te estaba incomodando, bajaste la mirada y acomodaste un mechón de cabello tras tu oreja, seguiste leyendo el libro que tenías sobre la mesa, trataste de concentrarte pero no podías sabiendo que te estaba observando.

Alex era molesto y engreído, demasiado para tu gusto, hace no mucho habías llegado a las instalaciones de la CIA, Charles te había encontrado y te había  llevado junto a Erik al lugar el cual era lo más cercano a un hogar que alguna vez habías tenido, todos eran agradables a excepción de él, gozaba molestarte, como si no tuviera nada mejor que hacer.

Trataste de soportar durante un par de minutos más su mirada, pero no pudiste, cerraste el libro, lo tomaste y saliste rápidamente como si nada hubiera sucedido.

Te fuiste a la habitación de Erik, trataste de alejar los pensamientos con respecto a Alex, pero te fue imposible y cada vez te molestabas más, abriste la puerta de Erik de golpe y entraste.

–Hey, podrías golpear antes ¿Sabes?–bufó mientras se acercaba a ti.

Te sentaste en su balcón y observaste el exterior por largos instantes.

—¿Qué sucedió?–preguntó mientras ponía una mano en tu hombro.
–Siempre estuve acostumbrada a que la gente me mirase mal, como si fuera un fenómeno y de verdad no me importaba para nada, ¿Pero que una persona que es igual a ti te vea con el mismo asco que un humano? eso...no puedo soportarlo–respondiste sin despegar la vista del exterior.–¿De verdad Soy tan desagradable de ver?–preguntaste fijando tus ojos dispares en Erik.
El frunció el ceño y tu corazón se rompió por un segundo, pero de un momento a otro te abrazó sin más.
–Eres la mutante más hermosa que alguna vez haya visto, ¿Sabes porqué?–preguntó con un tono suave mientras te soltaba y se agachaba hasta que su rostro quedó frente al tuyo, tu negaste con la cabeza mientras algunas lágrimas rodaban por tus mejillas.–Por qué todas esas cosas que ellos no aprecian, son lo que te hacen perfecta y ellos nunca lo entenderán–respondió con una pizca de resentimiento en su voz.
–Gracias Erik–respondiste mientras lo abrazabas con todas tus fuerzas.
–Nunca lo olvides (T/N)...
–Mutante y orgulloso–dijeron al unísono.
–No lo podría haber dicho mejor, bueno tengo que salir junto a Charles, cuídate–dijo mientras tomaba su chaqueta y dejaba un suave beso en tu frente.
Tú te levantaste con tu libro entre tus manos y saliste de su habitación en dirección a la sala de estar.

Aún te sentías algo insegura sobre ti misma, tomaste un mechón de tu cabello y lo examinaste, era carmesí  como la sangre, sacaste tu espejo de bolsillo y observaste tu rostro, tus ojos eran diferentes, el derecho era azul como el hielo denso y el izquierdo era negro como la noche, al lado derecho de tu rostro una cicatriz cruzaba desde tu pómulo, desaparecía en tus párpados y volvía a aparecer en tu ceja hasta un poco más arriba de esta, dejaste de lado el espejo y te sentaste en el marco interior de la ventana más grande, esta tenía un espacio lo suficientemente grande como para que te sentases, comenzaste a jugar con tus poderes, tu palma se vio envuelta en fuego, pero como siempre no podías sentir el calor, giraste un par de veces tu mano sin despegar la vista de las flamas, lentamente la flamas fueron reemplazadas por escarcha y hielo, nuevamente observaste detenidamente tu creación.

De un momento a otro sentiste que había alguien más en la habitación, neutralizaste tus poderes y te volteaste para ver a Raven, junto a Erik ella era como tu mejor amiga, la recibiste con una sonrisa.

–¿Qué haces aquí tan sola?–preguntó mientras se acercaba.
–Estaba pensando, eso es todo–respondiste dedicándole una corta sonrisa.
–Sabes...Charles y Erik salieron y los chicos están abajo, hay música y algunas cervezas–dijo tratando de animarte.
Tu dudaste pero pronto borraste cualquier inseguridad.–Bueno, de verdad necesito un trago ahora–respondiste mientras te ponías de pie y tomabas el brazo de tu amiga para ir abajo.