Marvel:One-Shots (Finalizada)

Zemo V/V

–Tienes que estar bromeando–siseo la viuda negra.–¿Quien en su sano juicio se casaría con alguien tan despreciable como él?...Quiero decir, ¿Siquiera es capaz de amar?–preguntó soltando una leve risa.
–Es un matrimonio arreglado, no tienen que amarse–bufó el capitán.
–No fue arreglado idiotas, ¿No pueden entender? ¡Cómo podrían!–espetó ella mientras levantaba su cabeza para verlos.
–¿Qué...?
–Ustedes creen que el nació así...Malvado, cruel, despiadado, Pero no, yo lo conocí cuando estaba en la universidad, era todo lo contrario, siempre fue agradable y bueno, temía que nadie lo quisiera por lo que su familia era–dijo con una leve sonrisa mientras recordaba.–Y Sí, es perfectamente capaz de amar, incluso ahora...Nunca estuvo en sus planes convertirse en esto...¡Pero no!, ¡Ustedes lo empujaron a eso!¡Tú!–gritó mientras fijaba su mirada al capitán.
–¿Yo?¿Porqué yo?–preguntó con una burda inocencia.
–Asesinaste a su padre...matarlo no solucionó nada, solo hizo todo peor–explicó.
–Yo...¿Heinrich?, Si luchamos un par de veces, ¡Pero eso fue en los Cuarentas!, nunca lo maté, ¡Ni siquiera sabía que seguía con vida!–respondió el capitán.
-¿Entonces si no fuiste tú, quien lo hizo?–preguntó abriendo los ojos de par en par.
–Yo...yo no lo sé–respondió de manera casi audible, se volteó y tomó el brazo de su amiga.

–No podemos retenerla–susurró.
–¡Quieres liberarla!¿Estas loco?–chilló la viuda negra.
–Zemo cree que maté a su padre y ella es la única que puede hacerle entrar en razón, tenemos que liberarla–dijo como una orden.
–Steve, él es el tipo más buscado por la
Interpol, la CIA y por lo que queda de SHIELD, ¿Que crees que te dirán cuando sepan que pudiste atraparlo pero lo dejaste ir?–Bufó la pelirroja.
–No lo sé y no me importa, no trabajo para ellos–respondió el capitán con una inocente arrogancia.

—¡Busquen en cada Puto rincón!–gritó mientras entraba a la mansión.

Trataba de enmascarar su desesperación y dolor con rabia, se paseó por los pasillos una y otra vez tratando de no explotar, incluso se quitó la máscara frente a sus subordinados porque estaba ahogándolo, caminó en círculos en la entrada y justo cuando estaba a punto de perder la cordura, sintió algo bajo su bota, movió su pie y por lo que vio su pecho se oprimió y las lágrimas amenazaron con salir, se agachó y tomó el anillo que había pertenecido a su familia por más tiempo del que podía recordar, lo observó brevemente en su mano, las pequeñas piedras violetas brillaban en torno a la gema negra con la forma de un corazón pequeño, apretó su puño y sintió como el anillo se enterraba en su piel.

–¡Soldado!–gritó dirigiéndose a uno de los hombres.
El hombre retrocedió y se puso frente a él con la espalda recta, se llevó la mano a la frente y chocó los talones de sus botas.
–Reúne a los hombres, saldremos inmediatamente–bufó completamente furioso.

Salió y el helicóptero lo estaba esperando, a paso campante entró sin mayor cuidado a este, tomó todas sus armas, incluida la espada, se sentó y el piloto le dedicó una mirada temerosa.

–¿A-a-adonde señor?–titubeo.
Le dedicó una mirada al anillo y luego al rastreador en su mano.–A Nueva York–dijo con la mandíbula apretada y el ceño fruncido.

La liberaron con desconfianza, habían repasado el supuesto plan más de tres veces y aún así el capitán seguía repitiéndolo.

–Entonces...¿Sabes que hacer?–preguntó mientras la observaba tomar algunas cosas de los equipos que tenían.
–Hablaré con él, trataré hacerlo entrar en razón y evitaré que los mate a todos—dijo con un tono de burla.
Hubo un largo silencio.–Y si te preguntas como sabrá donde estamos, ya lo sabe
–¿Es extraño estar con alguien tan...?
–¿Despiadado?¿Malvado?¿Imponente?...Si, lo es–respondió con cierta indiferencia.
–Pero Lo amas–dijo el capitán como si estuviera tratando de convencerse de sus propias palabras.
–Obvio que lo amo...pero eso no significa que apruebe todo lo que ha hecho–respondió mientras terminaba de tomar el equipamiento.–no es prudente que vayan ustedes, debería ir yo sola para evitar problemas–agregó mientras se volteaba para encarar al Capitán.
–Tal vez tengas razón, pero confiamos en que él te ame lo suficiente como para terminar con todo esto–respondió esbozando una leve sonrisa.