Y es justo ese momento en el que tengo tus labios sobre los míos cuando dejo de pensar claro.
Volverás o te irás.
Un simple 'no me comprometo a ti' que duele y me deja las puertas abiertas, otra vez.
Quiero que vuelvas. Aunque sea una última hora, como en el día de ayer.
Quiero que me marques el cuello con tus labios aunque luego esté jodidamente arrepentida.
Lo que no quiero es que al día siguiente lo hayas olvidado, como cualquier cosa que tenga que ver conmigo.
Llévame de nuevo entre tus brazos, finjamos que así todo está bien, que todo vuelve a ser lo mismo que antes.
Dime que me quieres, y te prometo que ahí acabará todo. Pero si lo decides solo puede volver a empezar.