Anastasia Steele, una chica de 21 años, luego de un horrible pasado y un comienzo duro en la vida viaja hasta Seattle, Washington desde Londres, Inglaterra para cumplir con los ideales que su madrina le inculcó desde los 16 años, buscar a un marido...
Luego de lo que para mi es una eternidad aterrizamos. Acomodo mi vestido, cuelgo mi cartera de mi hombro y me pongo mis gafas para salir del avión, ahí me encuentro con un hombre alto en traje negro con pelo castaño y ojos color marrón, de tez clara con pecas y lunares mezclados. Es apuesto pero creo que no es mi tipo.
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- Buenos días, Srita. Hunthington, yo soy Travis Davidson, seré su chofer y guardaespaldas aquí- dice él educadamente.
- Buenos días Travis, por favor dime Dani o Danielle, ya que estaremos un buen tiempo juntos, además se nota que tienes más o menos mi edad, yo tengo 21 así que deja las formalidades- le digo animada.
Después de ser auxiliada por Travis y un par de chicos a meter las maletas en la cajuela del auto, no sin antes darles una, al parecer, escandalosa propina de 20 dólares los cuales se negaron a aceptar, me acomodé en el asiento trasero del Audi A1 que mi madrina le encargó comprar a Travis. Él entra y enciende el motor a lo que yo me concentro en las imágenes que logro ver a través de la ventanilla del auto, cuando miro a mi muy apuesto chofer por el retrovisor noto que me quiere decir algo.
- Dime, ¿ que pasa Travis?-
- Sabes, Danielle, no eres como pensaba- dice sincero.
- ¿Ah no? ¿ Por qué lo dices?-
- Pensé que eras como el resto de niñas ricas con las que suelo trabajar-
- ¿ Como? ¿Odiosa, dramática y caprichosa? ¿O lo dices por mi acento?- le digo en tono de broma.
- No, yo si sabía que eras británica, pero me refería a lo que tu dijiste- dice sonriendo.
- Pues no, no lo soy-
Luego de un rato al fin llegamos a un elegante y gran edificio llamado " Escala", tiene buena presentación. Entro al edificio y me acerco al mostrador donde le comento al portero que soy la nuevo inquilina. Él me entrega las llaves y me guía hasta el ascensor que nos lleva a mi apartamento en la planta 29 el primero a mano derecha cerca del ascensor.
Entramos Travis y yo a mi nuevo apartamento. Y miro todo asombrada. En verdad todo es muy bonito, es un poco mas grande que mi habitación en la mansión Stanley pero en cambio todo esto es mío.
Toda la estancia tiene además de muchas ventanas un piso de caoba obscuro que contrasta con las paredes en color crema y los toques blancos de los sofás, hay una chimenea eléctrica con marco de granito en color gris y arriba de ella empotrada en la pared una pantalla de plasma.
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