GWENPOOL (Cancelada)

12. La nueva Gwen

Vanessa habia cocinado un delicioso estofado y aunque Deadpool habia sido invitado no fue. Eso no evitó que Ashlet se devorada su parte. Otra vez, por tercera vez consecutiva, el comercial de la academia de mutantes volvía a pasarse por la televisión.

Gwen fruncio el ceño y apunto.

-¿Y si es un mutante?-dijo Vanessa refiriendose al idiota del traje bicolor.

Ambas chicas (Vanessa y Ashlet) intercambiaron miradas de acuerdo. Podría ser.

-¿Pero no sabemos que poder tiene? ¿Y si lee la mente? Dios, todas saben las cosas que hay en mi mente cada vez que le veo.-dijo la rubia con un espanto fingido.

Gwen ahogo una risita negando con la cabeza.

-Yo leo tu mente y lo único en lo piensas es en comida.-dijo con gracia.

Ashlet la mira rodando los ojos. Pero luego, sin mirarla sonrío. Vanessa cuchareaba su estofado con ganas pues ella ama el estofado. El comercial termina y deciden no darle más vuelta al asunto.

-Tal vez es mutante pero no de nacimiento. Yo creo que tiene que ver con el Arma X.-dice Gwen sería.

De nuevo las dos restantes le devuelven la mirada. Hay un silencio entre ellas. Vanessa dirige la mirada de soslayo al reloj de la pared.

-¿No deberías alistarse para tu entrenamiento?

Gwen miro el reloj despreocupada.

-No. Hoy es sábado para buscar a Francis.-dijo intentando imitar la voz de Deadpool, aunque obviamente no le sale.

-¿Francis? ¿Quien carajo es ese?-dice La mayor.

Gwen le dedica una mirada confusa. Rodo los ojos segura de que ellas conocian a Francis.

-Él es como mi doctora Miller.-dice sería.-¿Enserio? Sino pregúntenle a mi autora.

Vanessa fruncio el ceño.

-¿Que hablas ahora?

-Nada.-dijo despectiva.

-¡Bien!-dice Ashlet levantándose de la mesa con una sonrisa radiante.

Ahora es el turno de Ambas hermanas de mirar a la rubia confusas. Mientras detenían las cucharas y prestaban total atencion a la joven. Ashlet le dedicó una mirada burlona a Gwen.

-Como hoy no tienes entrenamiento. Te haremos el cambio de estilo ¡lo prometiste!-sentenció apuntandola con un dedo acusatorio.

Gwen trago en seco su comida y abrió los ojos como plato. Miró a su hermana quien tambien sonreía cómplice de las promesa cobrada por Ashlet.

-Es verdad.-respondio luego de unos segundos.

-No lo recuerdo...

Ambas asintieron energeticamente. Gwen abrio la boca y se inclinó sobre la mesa para negar dicho juicio. Era una broma.

-Es lo que haremos. Ve Vanessa, toma nota de lo que necesitaremos.-dijo su mejor amiga con ánimo.

Vanessa se levantó atropelladamente y fue en busca de una libreta para anotar.

-Ustedes están locas. Yo no dije ni mierda de eso.-repitió terminando de comer y limpiandose con la servilleta.

-A que sí.

-A que no.-respondí siguiendo su juego.

-A que si.-insistió Ashlet con un tono infantil sacándole la lengua. Que madura, penso la pelinegra.