Capítulo 5: en el nombre de tus testículos del tamaño de un frijol

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-Dije: levántate.

Volteé en la cama y puse una almohada sobre mi cabeza, tapando un poco el sonido de mi puerta siendo golpeada.

-Alice, vamos. Levántate- la voz volvió a hablar. -¡Levántate!

Dejé un gruñido escapar mis labios al hacer a un lado la almohada. Seguían golpeando la puerta.

-Okay, okay, estoy despierta. Deja de golpear.

-Vístete- mi madre dijo desde el otro lado de la puerta de madera blanca.

-Okay- dije apartando las sábanas.

Me restregué los ojos para quitarles el sueño y me estiré antes de abrir mis ojos completamente. Bostecé y me estiré un poco más, cerrando y abriendo mis ojos repetidamente para ajustarme a la luz que provenía de mi ventana, de la cual me había olvidado de cerrar las cortinas la noche anterior.

Me levanté y las cerré antes de fijarme la hora en mi celular: 11am. Había llegado a las 3am y me moría de sueño. Por suerte no había bebido mucho así que no tenía resaca. Pensé en lo mal que se sentiría Melanie cuando despertara.

Entré al baño y me lavé la cara y cepillé mis dientes. Ya estaba en ropa interior así que solo agarre un par de jeans ajustados de cintura alta, una camiseta básica blanca suelta y mis Adidas blancas. Me peiné y maquillé antes de bajar.

Mis padres estaban sentados en la mesa de la cocina desayunando. Me serví cereal y leche en un bowl de Star Wars y me senté junto a ellos.

-Buenos días, cariño. ¿Qué tal la fiesta?- preguntó mi padre.

-Divertida. Estuvo bien.

Al terminar de comer me levanté y lavé el bowl y la cuchara y estaba por salir de la cocina cuando mi madre habló.

-Nos vamos en cinco.

-¿A dónde?- pregunté volteando en mis talones para verla.

-Casa de Maggie.

Resoplé, no muy contenta de tener que pasar otro día con el inútil, y salí de la cocina y subí a mi habitación. Me cepillé los dientes de nuevo, agarré mi teléfono y volví abajo, justo cuando mis padres cruzaban la puerta de entrada del garage.

En menos de diez minutos llegamos y Maggie y Thomas preparaban el almuerzo. Mi madre se les unió y yo me senté en la sala a revisar Tumblr. Luego de un rato, noté que Zac no estaba a la vista. Quizás era un milagro navideño y no estaba en casa.

-¿Y Zac?- pregunté asomándome a la cocina, esperando que se hubiera quedado en la casa de un amigo.

-Durmiendo arriba- Maggie me respondió para mi mala suerte. Ni siquiera era Navidad, de todos modos.

Decidí que iba a despertarlo.

Agarré el bowl más grande que encontré mientras los cuatro pares de ojos me seguían.

-Me llevaré esto, si no les molesta- dije saliendo de la cocina. Subí al segundo piso y sigilosamente abrí la puerta de la habitación de Zac. Estaba profundamente dormido boca abajo y la boca abierta, y sólo llevaba puestos unos pantalones de pijama estampados con tiburones.

Meant To Be (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora