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Hace una hora que estoy como loca tratando de buscar que ponerme, hoy es la cita de Taylor en la corte y acordamos que pasaría por mi, le pedí permiso a Susan para faltar ya que no sé a que hora terminará todo, abrí mi armario y saqué todos mis vestidos que a decir verdad no eran muchos, la mayoría eran de gala ya que acompañaba a mi papá a fiestas que hacía la empresa donde trabajaba y bueno, no iré con uno así, bufé y me recoste en la cama menos mal que ya me había dado un baño, la puerta se abrió y me senté, era mamá.

—¿Por qué aún no estás lista?—se sentó a mi lado

—No sé que ponerme, iré desnuda—hice una mueca, mi mamá negó y se levantó, comenzó a buscar entre mi ropa.—Ni lo intentes, no hay nada ahí

Ella no me hizo caso y volví a recostarme, creo que llamaré a Taylor para cancelarle y luego saldré a comprar ropa.

—Ten, ponte esto y maquillate, te quedan exactamente...—miró el reloj—Cuarenta minutos

Miré lo que había dejado sobre la cama y sonreí, no recordaba tenerlo y mucho menos lo había visto, es cierto que las mamás tienen un don para encontrar cosas, me levanté y me quité la bata para comenzar a vestirme, me miré en el espejo y no me convencía, creo que no es la ropa apropiada. Mamá volvió y sonrió, seguro se está burlando de mi.

—¿Me veo tan mal?

Ella negó y se acercó.

—Te ves bien, el saco te da lo elegante—rió—Estás bien, luego puedes quitartelo

Asentí y comenzé a maquillarme, no quería ir muy maquillada por lo que solo me puse un poco de rimel y delineador, agarré un bolso y metí ahí mi celular, dinero, mi cargador por cualquier cosa y unos lentes de sol, el timbre sonó y bajé casi corriendo las escaleras.

—Buenas tardes—escuché su voz—¿Karlie está lista?

Antes de que mi mamá hablara me asome y ambas me miraron.

—Hola Taylor—saludé—Ella es Karime mi mamá, Mamá ella es Taylor, una amiga

—Un gusto señora—le dio la mano y mi madre sonrió

—¡Vaya! Sus sacos se parecen un poco—Taylor me miró y yo a ella

Era verdad, su saco y el mio tenían un cierto parecido, ambos eran de color blanco con botones dorados, tenemos mucho en común, vaya

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Era verdad, su saco y el mio tenían un cierto parecido, ambos eran de color blanco con botones dorados, tenemos mucho en común, vaya.

—Cierto, nos vemos casi igual Karlie—dijo Taylor riendo

—Casi—sonreí—Me gusta como te ves—me sonroje

Mamá rió y me sonroje más.

—Será mejor irnos Karlie, tengo que estar ahí antes—miró su reloj de muñeca—Disculpe señora Kloss pero tenemos que irnos

Red Lips ➳ kaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora