Al día siguiente, no viniste a clase. Podía ver tu sitio vació.
Ella me pillo por el pasillo y me preguntó por ti. Le dije que no sabía dónde estabas, porque era cierto. Me acusó de mentirosa, y le contesté que no.
Ella siguió acusándome, empezó a alzar la voz. Toda la gente se nos quedaba mirando.
No sabía dónde meterme, era tímida y aquello me resultaba asfixiante.
Comencé a llorar y salí corriendo.
Sabía que tendría un nuevo mote al día siguiente, pero no aguante más la presión. Yo... era débil, tanto como un cordero, y la piel de lobo que me protegía no era nada mas que polvo por no atreverme a salir de debajo de las sábanas.
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La chica depresiva. #Wattys2017
Short StoryDecías que eran mis manías las que me hacían especial, mis gustos diferente, y mi personalidad única... Decías que había que comprenderme, que era una gran amiga, y que necesitaba de alguien que supiera tenerme. Decías que era bonita, intelige...