Dejaste mis cosas encima de tu cama, y me miraste con una sonrisa.
"Bienvenida a mi apartamento de soltero, si quieres barcos, compralos, las putas las pago yo." me reí.
"¿Y si quiero putos?"
"No, penes ajenos no, que me encelo." Contestaste con esa tranquilidad y risa propia característica de ti. Esa chulería que ponía a mil a muchas chicas.
Me quede sentada en tu cama, y cogí la tablet que estaba encima de la colcha, tenías abierto un juego bastante aburrido, pero me puse a jugar por simple manía. Al verme, te tumbaste a mi lado.
Ambos nos quedamos mirando por un segundo, hasta que tus manos fueron a la pantalla.
"Si mueves la azul para abajo, quitas las verdes, y al quitar las verdes, ganas." Murmuraste mientras lo hacías. Yo seguía mirando tus labios sin poder evitarlo.
Sonreíste al ver que te miraba, y acercarte tu rostro a mi. Pusiste la mano en mi cadera por encima de mi espalda, acercándome a ti.
Pude sentir tu respiración, a la vez que mi corazón comenzaba a latir con frenesí. Mi boca se atrevió a abrirse, buscando por fin ese contacto que tanto deseaba.
Pero tú me diste un besito en la mejilla, y devolviste la cara al juego...
Me sentí tan estúpida.
*Nota: Volví de vacaciones. ¿Me echaban de menos? :P
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La chica depresiva. #Wattys2017
Short StoryDecías que eran mis manías las que me hacían especial, mis gustos diferente, y mi personalidad única... Decías que había que comprenderme, que era una gran amiga, y que necesitaba de alguien que supiera tenerme. Decías que era bonita, intelige...