"Dy... ¿Sabes qué te he dicho que eres idiota?"
"Sí." Contestaste de mala gana, mientras tu madre te echaba alcohol en la herida del labio. Te debía escocer pero tu cara aguantadlo como si me fueras a impresionar era un poema.
"Lo afirmo, eres idiota."
"¿Qué paso?" Nos pregunto tu madre, y le conté la historia. Al parecer el Ex de Cloe había decidido que el solo no iba a ganar la batalla, y claro, Dy que no piensa con la cabeza y es más orgulloso y cabezota que nadie, no se hizo de rogar.
Paso lo que pasaba en cualquier patio de cualquier colegio en cualquier lugar del mundo. Al parecer darse de hostias era un idioma universal.
"Así que... tres contra uno, hijo mío, poco te han hecho." Susurró tu madre mientras te daba un beso. "Gracias por traerle a casa."
"Nada." Sonreí. " Cuido de los idiotas."
"Y el idiota de ti."
"Touché, Dy." Te saqué la lengua, y me tiré al sofá contigo. Tus manos me cogieron por la cintura, y me soltaron a tu lado con delicadeza.
Me acerqué a ti, y acaricié la herida que tenías en el labio.
"¿Sexy?" Me preguntaste.
"Sí."Respondí. Escuché la risa de tu madre desde la otra habitación, pues se acababa de marchar hacía su cuarto.
"Entonces, ¿Me puedo ligar a cualquier chica?"
"Sí, alguna con pésimo gusto."
"¿Cómo tú?" Sonreí.
"Más bien es al revés, Dy, a todas menos a mi."
Tercera fase: Deséame.
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La chica depresiva. #Wattys2017
Short StoryDecías que eran mis manías las que me hacían especial, mis gustos diferente, y mi personalidad única... Decías que había que comprenderme, que era una gran amiga, y que necesitaba de alguien que supiera tenerme. Decías que era bonita, intelige...