XXII

2.1K 217 6
                                    

Era un día nefasto para mí, había vuelto a la revisión del peso con la enfermera. Otra vez, la misma bronca de aquella amargada que me minaba la moral.

Había engordado, otra vez, tres kilos. Lo que ella no sabía era que mis depresiones se trasformaban en empachos prolongados.

"¿Estas bien?" Me preguntaste de repente, en mitad de clase, y yo ni siquiera pude responder. Las lágrimas cayeron por mi mejilla, sin poder evitarlo.

"Eso es que no... No te preocupes, princesa, ahora hablamos, ¿Sí? Sonríe, preciosa, que no me gusta verte así" y ahí estabas de nuevo, con esa sencillez abrumadora que indicaba dos cosas.

Una que yo era idiota.

Y la otra que cada vez que sonreías me enamoraba cada vez mas de ti.


La chica depresiva. #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora