Capítulo 25 "¿Salida en Equipo?"

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POV Desconocido.

-¿Y bien? -pregunté al individuo sentado frente a mí al otro lado del escritorio, que no dejaba de removerse en su asiento con nerviosismo. -Reporte de misión. -exigí seriamente.

-Hubo...dificultades. -respondió casi encogido en la silla. Sus manos jugueteaban sobre su regazo y a pesar de escasa luz que ingresaba en el pequeño cuarto mal alumbrado por una bombilla, note que su cara estaba transfigurada por el terror...y con razón, este era el segundo fracaso que sufríamos.

-¿Qué dificultades? -pregunté sin dejarme inmutar demasiado por su fracaso.

-Los magos de un gremio nos detuvieron. -respondió en voz baja. -Inspeccionaban carretas.

Solté un golpe duro de improvisto sobre la mesa del escritorio haciendo sobresaltar a Superstain.

-Esto es culpa de esos malditos Spriggan. -mascullé intentando retomar el plan. -Su maldita invasión dejo a esta basura de país más conmocionado de lo que ya estaba.

-E-eso no es t-todo. -tartamudeó Superstain mucho más lívido que antes.

-¿Qué? -espeté impaciente girando mi silla para darle la espalda. Ya bastante tenía con que la misión hubiese sido un fracaso como para verle la cara de idiota mientras intentaba relatármelo entre tartamudeos.

-Perdimos a Volsk. -respondió lentamente.

Repasé esas palabras en mi mente mientras sentía como poco a poco mi cuerpo comenzaba a tensarse y la mandíbula dolía por la presión en mis dientes.

-¿Cómo pasó? -pregunté intentando guardar la calma y no saltar sobre él para ahorcarle su patético cuello.

-La chica se liberó de las cuerdas. -respondió.

-¡¿Y cómo diablos pasó eso?! -grité girando la silla y dando otro golpe a la mesa. Frente a mí, Superstain me observaba con ojos temblorosos de los cuales amenazaban con salir lágrimas del miedo. -Les di las instrucciones precisas... -masculle enfatizando cada palabra. -Les conseguí esas cuerdas especiales para evitar que escapara... y ahora tú me dices ¡¡QUE ELLA SE LIBERÓ Y MATÓ AL IDIOTA DE VOLSK!!

-No no señor. -respondió él rápidamente. -Rai no está muerto, solo está...despierto.

-¿Despierto? -pregunté sentándome nuevamente y recuperando la compostura. -¿Ella no lo mató?

-No, sólo quebró el collar. -respondió intentando sonar seguro. -Es cuestión de encontrarlo y...

-No. -respondí seriamente. -Ahora que sabe lo que hicimos no podremos cazarlo otra vez.

-¿Cómo que no? -preguntó consternado y asustado. –Creí que sí...

-La primera vez se sacrificaron muchas vidas para ponerle ese collar...ahora él sabe la vedad. No tendremos ninguna oportunidad y no tenemos la cantidad de gente como para intentarlo otra vez. -expliqué dejándome caer contra el respaldo y cerrando los ojos.

"Estoy rodeado de inútiles", pensé intentando liberar la tensión.

-No creo que Rai sea tan fuerte. -comentó Superstain.

-¿Por qué lo llamas "Rai"? -inquirí abriendo los ojos y apoyando los codos en el escritorio. Esos idiotas que hacían todo mal algún día terminarían por hacer estallar mi corazón por la rabia.

-Es mi amigo. -respondió encogiéndose de hombros.

-Creí que se odiaban. -comenté recodando que hace unas semanas Volsk intentó matar a Superstain porque este le había echado encima su bebida por accidente.

Un Nuevo Dragon SlayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora