Jimmy.
¿Por qué fui tras ella cuando entro en el establo?, no lo se. ¿Por qué me ofrecí a enseñarle a montar?, ni idea. Y ¿¡Porque demonios la estoy llevando a mi lugar secreto!?. Maldita sea, no lo sé; creo que el sol achicharro mi cerebro.
Sentir su esbelto cuerpo contra mí, su risa y chillidos cada vez que vamos más rápido no me dejan razonar con claridad. Antes de que pudiera darme cuenta estaba montando con ella y no de la manera en la que me gustaría.
-¿Dónde vamos?.- su voz corta el hilo de mis pensamientos haciéndome más cociente del calor picante de su cuerpo. Gira su cara para poder mirarme de reojo, la línea recta de su pequeña nariz y la curva tentadora de sus labios me distraen por segundos.
-Mira frente de ti.- logro decir.
Vuelve a mirar al frente y siento como suspira sorprendida cuando salimos de el denso bosque.
Como esperaba el agua brilla gracias al sol de la mañana, el agua verde el lago que está perfectamente situado en el centro de la arboleda se encuentra calmo.
-Wow.- murmura cuando detengo al caballo.
Reaciamente saco mi mano de su tentadora cintura y desmonto.
-El caballo necesita beber agua así que será mejor que bajes.- extiendo mi mano.
Sus ojos grises se clavan en mí haciéndome sentir cosas indebidas.
Es solo una niña, Jimmy ¡es solo una niña!...
Paz.
Esos ojos celestes que siempre me miran con frialdad ahora arden más que el sol de la media mañana que me cubre, agarrando su mano para ayudarme a bajar logro llegar al suelo sin haberme roto una pierna.
Estirando mis músculos observo mejor el hermoso lugar donde me trajo Jimmy.
Es hermoso, un silencio pacifico solo interrumpido por los pájaros que anidan en los árboles, la suave brisa revuelve mi cabello.
Mi mirada se clava en el hombre que acerca al caballo al lago para que pueda beber agua, trata al animal con cuidado y ternura haciendo que mi interior se revuelva.
Sacudiendo mi cabeza aparto mi mirada de él, me quito las botas dejándolas junto a un tronco caído junto con mi teléfono y auriculares.
Descalza y mirando bien para no lastimarme camino hasta la orilla, probando con la punta de mis dedos la temperatura del agua entro despacio satisfecha de que este lo suficientemente tibia como para refrescarme.
Mojando mis manos las froto por mis acalorados brazos y cara, de reojo veo como Jimmy mira cada uno de mis movimientos.
-¿Cómo conocías este lugar?.- pregunto luego de un largo y tranquilo silencio.
-De niños mientras jugábamos con Fox y Arik a las escondidas decidí venir al bosque, me perdí del camino y termine aquí.- mira nostálgicamente hacia la otra punta del lago donde más arboles cubren la vista.
-Es un lugar muy lindo.- suspiro.
Debo admitir que es agradable estar lejos de la ciudad, el aire aquí es distinto; más puro y limpio.
-Vengo aquí cuando necesito pensar.- dice con voz melancólica.
Lo miro ceñuda pero él no me dirige la mirada.
Escucho que mi teléfono suena así que salgo del agua, pinchándome con un par de piedritas llego hasta mi teléfono, me siento en el suelo y respondo.
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El sobrino.
RomancePasar de vivir en una gran ciudad, rodeada de gente glamorosa, fiestas, luces brillantes y mucha tecnología a un rancho rodeado de animales apestosos, infinidad de kilómetros de campo y con cuatro muchachos con la mentalidad de un neandertal cachond...