-Fox y Jimmy en la 207,- le doy la llave a Fox- Silas y Arik en la 209.- les paso la llave- Y yo en la 208.- sonrío.
-¿Sola?.- pregunta Jimmy.
-Solo por esta noche, Pat se vendrá a quedar conmigo para no tener que estar viajando todos los días hasta aquí.- abro la puerta y dejo mis bolsos a un lado- Descansen, mañana a la mañana les diré que haremos.- me saco las zapatillas y las tiro junto a las demás cosas- Seguramente tenga que ir a casa de mi abogada para hablar de los temas legales.
-Está bien, avísanos antes de irte.- dice Fox yendo hacia su cuarto.
Los gemelos hacen lo mismo.
-Jimm.- lo llama Fox.
-Ahora va, tengo que hablar con él un momento.- lo agarró del brazo y lo entro a mi habitación, cierro la puerta.
Me apoyo en ella y lo miro, él hace lo mismo. Sus entre cerrados ojos brillan, espera que haga el primer movimiento.
-¿Hablamos?.- murmuro.
Sonríe de medio lado derritiéndome y camina hacia mí, me aprisiona contra la puerta y sin dudar me agarra de los muslos para hacer que me agarre de su cintura con ellos. Su boca se apodera de la mía y me ataca vorazmente.
Amo sus besos...
Mis manos se aferran a su cabello y correspondo el beso con el mismo fervor.
Aprieta sus caderas contra mí haciéndome notar lo mucho que le gusta "hablar" conmigo.
Ya no hay miedo ni duda en sus movimientos, ahora es totalmente apasionado y seguro. Brutalmente masculino.
Su boca se separa de mí y comienza a besar mi cuello provocándome escalofríos.
-¿Qué opinas sobre probar la cama?, la recepcionista me dijo que es de agua.- propongo ansiosa.
Se separa para mirarme, sus labios están rojos e hinchados por los besos; su cabello despeinado por mí y sus mejillas sonrojadas.
-Me parece bien.- murmura.
Sin bajarme al suelo nos lleva hasta la cama, sin ningún cuidado me tira sobre ella haciéndome rebotar.
Efectivamente es una cama de agua.
Él sube sobre mí y vuelve a atacarme con sus besos, no solo su boca posee mi cuerpo; ahora sus manos están por todas partes, ansiosamente se mueven por debajo de mi camiseta haciéndome erizar la piel al sentir sus manos ásperas en mis costillas.
Muerde mi labio inferior antes de soltarlo y decir:
-Llevo horas deseando hacer esto.- deja pequeños besos en la comisura de mis labios.
-Yo también.- suspiro, mis manos acarician con mimo su espalda.
Ahora sé por qué están allí, son sus mancas de guerra. Sobrevivió con solo diez años a una tragedia; vio y vivió cosas que ningún niño debería vivir nunca.
Siento una gran admiración hacia él.
Me mira fijo a los ojos, me asusto al ver la cantidad de sentimientos que refleja allí. Al parecer quiere decir algo pero cambia de idea.
-Quiero ir contigo mañana, no quiero perderte de vista.- dice cerio.
-¿Por qué?, te aburrirás.- frunzo el ceño.
-No importa, quiero ir contigo.
-Pero...
-No, iré contigo y punto.- me besa para no dejarme protestar y yo acepto.
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El sobrino.
RomancePasar de vivir en una gran ciudad, rodeada de gente glamorosa, fiestas, luces brillantes y mucha tecnología a un rancho rodeado de animales apestosos, infinidad de kilómetros de campo y con cuatro muchachos con la mentalidad de un neandertal cachond...