-Que tengan buen viaje.- dice Fox.
Los cinco estamos en la puerta de la casa despidiendo a Sara y mi padre.
-No incendien la casa.- mi padre dice eso mirándome a mi.
-Seré un ángel.- sonrió.
-Yo me ocupare de eso Trevor.- dice Fox pasando un brazo por mis hombros.
Hago una mueca al oír eso.
-Cuídense bebes, los amo.- dice Sara por quinta vez.
Mi padre se acerca a mí para darme un beso en la frente pero antes de alejarse murmura en mi oído:
-Mantente lejos de Jimmy.- me da otro beso y se aleja.
¿Qué?...
Frunzo el ceño, los observo subir a auto y alejarse por la calle.
-Bueno señores, volvamos al trabajo.- Dice Fox sacándome de mis pensamientos.
Despego mi mirada de donde desapareció el auto y miro a los chicos.
-¿Debo hacerlo?.- pregunto cuando me quedan mirando burlonamente.
-Mamá te asigno esa tarea, debes hacerlo.- dice Silas.
-Si no tengo otra opción.- me pongo las botas y sigo a Arik hasta el huerto.
Es la primera vez que vengo para este lado del terreno, me sorprendo al ver las grandes parcelas de plantación.
Cada una está identificada con cada cultivo; zanahorias, cebollas, calabazas, papas, tomates, espinacas y acelgas.
-Esos son arboles de naranjas.- pregunto al ver los frutos aun verdes.
-Sip, aún no están maduros.- dice Arik dejando a un lado la cubeta llena de herramientas de jardinería- Este invierno tendremos muchas naranjas para comer.
Me gustaría estar aquí para cuando eso pase...
Poniéndome los guantes sigo a Arik hasta la parcela de tomates, el fruto rojo brilla por el sol. Son grandes y se ven muy apetitosos.
-Con cuidado recoge los que esté bien maduros, evita los verdes.- dice dándome una cesta.
-Entendido general.- murmuro arrodillándome en la suave tierra.
-Estaré cosechando el maíz allá.- señala detrás de mí.
Los altos maizales se encuentran llenos de maíz listo para ser recolectados.
-Bueno, si encuentro a un caracol que quiera acuchillarme grito por ti.- digo sonriendo.
Él pone los ojos en blanco y se aleja.
Concentrándome en recolectar los tomates me pierdo en mis pensamientos.
En dos días es mi cumpleaños, legalmente seré mayor de edad. Eso me lleva al hecho de que seré independiente de mi padre.
Sé que él no se tomara muy bien el hecho de que me vaya, tendré que decírselo con tacto. Espero que Sara me apoye. Yo no pertenezco aquí, mi excéntrica forma de ser no encaja en la aburrida vida de campo. Un respiro de la ciudad es agradable pero en los últimos días me encuentro melancólica, extraño a mi amigo. Extraño salir por las noches a fiestas o ir a bares. Extraño ir al salón de belleza de Susan a arreglar mi cabello y uñas, lo que más extraño es que antes mi vida era más fácil; no estaba rompiéndome la cabeza intentando descubrir porque cierto chico no quiere hablar de su pasado o porque la familia se pone evasiva cada vez que intento tocar el tema de los padres de Jimmy, eso no me deja dormir por las noches y...
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El sobrino.
RomancePasar de vivir en una gran ciudad, rodeada de gente glamorosa, fiestas, luces brillantes y mucha tecnología a un rancho rodeado de animales apestosos, infinidad de kilómetros de campo y con cuatro muchachos con la mentalidad de un neandertal cachond...